A partir del kilómetro 6, Kipkorir dominó la Últimas 15K, hizo un gran esfuerzo. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO
Bisluke Kipkorir creció en Eldoret, al oeste de Kenia, la ciudad bautizada como el hogar de los campeones. Su apelativo obedece a que, por estos caminos y senderos, nacieron y se formaron campeones como el maratonista Martin Lel, tres veces ganador en Londres y dos en Nueva York.
Kipkorir, de 28 años, ganó ayer la Quito-Últimas Noticias, un triunfo que se une a los que logró en Guayaquil, en la carrera de Diario Expreso, y el de las Iglesias, en la capital.
Antes de llegar a Ecuador, el 1 de febrero, ganó la 37 edición de la Carrera Internacional de La Candelaria, en Panamá; y, el 10 de abril la media maratón de Barranquilla.
“Vengo de Eldoret, la cuna de los campeones”, dijo con enorme orgullo. Y, claro que sí, según el diario local Daily Nation es “la Meca de los fondistas”, donde “más de 5 000 atletas salen a correr cada mañana y cada tarde”.
Allí funciona el Centro de Entrenamiento en Elevada Altitud de Iten, que fue creado por la plusmarquista keniata nacionalizada holandesa, Lornah Kiplagat. Los atletas europeos se dirigen a este escenario para conocer de cerca el poder keniata que domina en el mundo.
La ciudad está a 2 095 metros sobre el nivel del mar en la provincia de Rift Valley, en una meseta templada, en plena línea equinoccial. “Nacer a esa altitud puede influir” en los triunfos de los atletas keniatas en las maratones de Londres, Belgrado, Viena o París, según dijo Samson Katam, entrenador de la Federación de Atletismo de Kenia, a la Agencia EFE.
Katam afirmó, que la receta del éxito también tiene que ver con el consumo de mursik, un tipo de leche agria que se mezcla con una planta autóctona y que, asegura, sirve para fortalecer los huesos y blanquear los dientes.
Hace tres meses Bisluke Kipkorir, el flamante campeón de la Quito-Ultimas decidió venir a Ecuador y entrenarse con Freddy Moposita. “Él está ahora en Río de Janeiro con Darwin Castro y Sebastián Rosero, en los Juegos Paralímpicos. Nos entrenamos en La Carolina, La Armenia y en el estadio Atahualpa por una hora y media”. Prefiere hacerlo a partir de las 09:00 cuando empieza a subir la temperatura y no a las 06:00 como lo hacen los fondistas nacionales, por el frío intenso de la mañana.
Vino porque sus compatriotas, Margaret Karie y Boas Kipplangai Korir, viven desde el año pasado en Quito y participan cada semana en las competencias pedestres que se desarrollan en el país. “No solo la ciudad es maravillosa, todo Ecuador es espectacular”.
Se quedará solo hasta noviembre porque en su país es policía y tiene permiso hasta esa fecha. También, porque extraña su país y a sus tres hijos, “son pequeños, tienen 8, 6 y 2 años. Gracias a la tecnología nos comunicamos a diario”.
No sabe si volverá el próximo año a competir en la Quito-Ultimas Noticias. “El recorrido es muy duro, los rivales fuertes, me gustó la gente como anima a los atletas”.