Fernando Mancero brinda instrucciones a sus dirigidos que participan en el Intercolegial de Baloncesto, en Cuenca. Foto: Manuel Quizhpe / EL COMERCIO
Enérgico, serio, disgustado, exigente… Así es Fernando Mancero durante un partido de baloncesto. Él es entrenador de la Unidad Educativa Particular Borja, protagonista en las Jornadas Deportivas Intercolegiales.
Sus dirigidos ganaron el lunes 14 de enero de 2019 128 puntos contra 11 a El Porvenir, en la categoría intermedia; sin embargo, se mostró inconforme por la falta de puntería. Tampoco ocultó su malestar por la impuntualidad de algunos de sus dirigidos y les advirtió que no jugarán si vuelven a llegar tarde al coliseo Mayor Jefferson Pérez de Cuenca.
El exbasquetbolista azuayo se lamenta porque en el hogar no se inculca la puntualidad, uno de los valores fundamentales de respeto a los demás. “Lamentablemente los papitos y las mamitas están trasladando esa responsabilidad a los profesores y entrenadores de los planteles educativos”.
Mancero llegó al Borja por gestión de Iván Castro, quien en 1999 asumió la Dirección de Deportes de la institución. Este último se siente satisfecho porque no se equivocó en seleccionarlo. “Es un técnico que se entrega por completo y es muy querido por todos”.
Castro, quien permaneció en la Unidad Educativa hasta el 2014 (se jubiló), recuerda que se conocieron en la empresa Indurama. Allí Mancero era el encargado del control de calidad en refrigeración. Cuando se vinculó al Borja no tenía ninguna experiencia como DT.
El exdirector de Deportes no recuerda cuántos campeonatos alcanzaron hasta su retiro, pero asegura que cada año se ganaba entre dos y tres títulos de los cuatro que se disputaban. El año pasado, por ejemplo, fueron campeones de baloncesto masculino en las categorías inferior e intermedia.
De sus 18 años como estratega de las selecciones de baloncesto del Borja, 16 fueron de manera ininterrumpida y volvió hace dos años, después de dos temporadas de receso. En ese tiempo se dedicó a un negocio particular, pero su pasión por el baloncesto pudo más y volvió a la dirección técnica por llamado de las autoridades del colegio.
Durante siete años, en paralelo con sus actividades en el Borja, también trabajó como asistente y entrenador de baloncesto de la Federación Deportiva del Azuay. Allí asimiló conocimientos de otros adiestradores como Patricio Ochoa y Patricio Ávila.
Ochoa lo recuerda como un buen colaborador, empeñoso y amante del baloncesto. Su condición de exjugador le ayudó a asimilar pronto las exigencias de los entrenadores principales.
Mancero fue el segundo asistente y en entonces fueron campeones nacionales en la categoría cadetes. Ahora son rivales en los Intercolegiales. Ochoa es DT de La Salle, eterno rival del Borja.
Mancero no se conforma con ser un simple técnico de baloncesto o con alcanzar títulos deportivos. Su principal misión es formar jóvenes con valores morales y espirituales, que puedan servir a la sociedad. Se muestra satisfecho porque la Unidad Educativa tiene 2 000 alumnos y eso le permite seleccionar a los mejores en las cuatro categorías.
En sus 18 años como entrenador de baloncesto ha visto con satisfacción a sus dirigidos integrar las selecciones nacionales y obtener becas para estudiar en universidades del país. Entre los nombres que se destacan están Manuel Maldonado, Mauricio Pauta, Santiago Tamariz, entre otros.