En las horas pico, además, sirven furgonetas que llevan hasta 13 pasajeros desde la avenida Naciones Unidas hasta Carapungo. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Los taxistas informales que realizan el servicio entre Carapungo y la avenida Naciones Unidas continúan trabajando. Los conductores lo seguirán haciendo pese a los operativos que realiza la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) para impedir su circulación, por no contar con el permiso correspondiente. Los usuarios de estos transportes respaldan la legalización de este servicio.
Son cerca de 320 vehículos los que brindan este servicio. El recorrido es desde la avenida Naciones Unidas y 6 de Diciembre hasta Carapungo, en cuatro paradas: el Colegio, la entrada a Carapungo, la pista y el estadio, y de regreso. Los vehículos llevan cuatro pasajeros en cada viaje y cobran USD 1 a cada uno. En las horas pico, además, sirven furgonetas que llevan hasta 13 pasajeros.
Transporte informal desde la avenida 6 de Diciembre y Naciones Unidas hasta Carapungo. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Roberto Piedra tomó uno de estos taxis la noche de este lunes 14 de marzo en la Naciones Unidas, se dirigía a su domicilio en la entrada a Carapungo. Indica que es un servicio “bueno y debería legalizarse, cuesta más que el bus pero es más cómodo, seguro y rápido”, dijo. Él lo toma todos los días cuando regresa a su casa y se ahorra casi 30 minutos de viaje.
Stefanny Garrido concuerda con él. La estudiante de la Universidad Católica, sale todos los días de su universidad, toma un bus hasta la Naciones Unidas, ahí toma un taxi hasta Carapungo y luego un bus hasta Calderón, en donde reside. Dice que es la manera más rápida de llegar a su casa, “he probado todas las formas”. Añade que si el Municipio de Quito determina la no legalización de este servicio, “debería poner nuevas rutas de buses y más unidades”.
Rosa Muenala hace hincapié en la seguridad. Ella da servicios de limpieza en oficinas en el sector de la Iñaquito y en la noche toma estos taxis para volver a su casa, cerca al estadio de Carapungo. Dice que en los buses que van hasta ese sector fue víctima de robo dos veces y en otra ocasión la asaltaron cruzando el puente peatonal de ese sector. “Uno no tiene plata, pero preferimos pagar un dólar por viajar más seguros”, expone.
El próximo 25 de marzo, los dirigentes de los taxistas que brindan este servicio se volverán a reunir con Darío Tapia, secretario de Movilidad del Municipio de Quito. En esta cita se conocerán los detalles del estudio que las autoridades realizarán para determinar si la urbe necesita o no más unidades.
Este estudio está contemplado en la Ordenanza 0046. Según esta normativa, el análisis debe hacerse el 15 de abril, cuando se cumplen cinco años del último proceso de regularización. Si el estudio es favorable, los dirigentes de los taxistas formales pedirán que esos cupos sean repartidos entre las cooperativas legalizadas.
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