Vista de integrantes del pleno de la Cámara de Diputados de Brasil durante su sesión sosteniendo un cartel en el que se lee Fuera Cunha, en referencia al presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha, un declarado adversario de la presidenta Dilma Rousseff, hoy, sábado 16 de abril de 2016, en Brasilia, Brasil. Foto: EFE
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y su vice, Michel Temer, rivales declarados ante la inminente votación en la Cámara de Diputados sobre la apertura de un juicio político contra la mandataria, encabezan hoy (16 de abril del 2016) en Brasilia arduas negociaciones en busca de votos que se presentan cada vez más volátiles.
Según informan hoy medios locales, la necesidad de realizar una “marcación hombre a hombre” entre los legisladores, que debaten en forma ininterrumpida desde la tarde del viernes y seguirán hasta el mediodía del domingo, se debe al permanente cambio de lado que protagonizan algunos legisladores en función de lo que ofrece la Presidencia o el vicepresidente.
Si bien los “marcadores del impeachment”, en los que medios locales actualizan hora tras hora los votos a favor y en contra el enjuiciamiento, muestran una tendencia más favorable a la oposición, hubo una remontada del Gobierno en las últimas horas que encendió una alerta en filas pro-impeachment.
Para que el plenario de Diputados decida no archivar el proceso y encaminarlo a análisis en el Senado se necesita como mínimo 342 votos, que equivalen a las dos terceras partes del total de 513 legisladores.
En una encendida intervención junto al Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), aliado histórico del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva comparó la oscilación de los “marcadores del impeachment” a la bolsa de valores.
“Parece la bolsa de valores, por un momento el tipo está con nosotros, en otro momento ya no está más. Y uno tiene que conversar 24 horas por día”, dijo Lula.
En una radicalización del discurso, tal como lo hiciera Rousseff en un audio en el que arremetió contra Temer, Lula dijo que el “impeachment” es “una guerra” a la cual está dedicado “24 horas por día” a raíz de la facilidad con la que los legisladores cambian de parecer.
Respecto a Temer, quien había viajado a Sao Paulo, donde vive, y regresó a Brasilia debido precisamente a la remontada del Gobierno en las últimas horas, el ex mandatario lo desafió a competir por la Presidencia del país en las elecciones de 2018, de cara a las cuales Lula se perfila como favorito, según una encuesta reciente.
“Si el señor Temer quiere ser candidato, que no sea a través de un golpe”, dijo el ex presidente, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010. “¿Por qué intentar acortar el mandato de la presidenta Dilma si ella no cometió delito de responsabilidad?”, indagó, en referencia a la acusación que le hacen a la mandataria los autores del pedido de apertura de juicio en su contra.
Los delitos de responsabilidad son los que se cometen al violar la Ley de Responsabilidad Fiscal. En el caso de Rousseff, se la acusa de haber realizado maniobras contables conocidas como “ruedas fiscales” y haber decretado la apertura de líneas de crédito complementarias sin autorización del Congreso.
Según analistas, la indecisión de los legisladores se basa en las promesas de cargos y partidas presupuestales que hacen los aliados de Rousseff y los de Temer.
La duda que quita el sueño a los indecisos sería si apostar a un Gobierno en ruinas al que solo respalda el 10% de la población, según un sondeo reciente, o a un Gobierno que vende una esperanza de renovación que puede no llegar a concretarse.
Según el mismo sondeo, realizado por el instituto privado Datafolha y divulgado el 9 de abril, Temer tiene entre el 1,0 y el 2,0% de las preferencias de votos de cara a las elecciones generales de 2018.