Roberto Salgado, miembro del Comité de Apoyo a la evaluación de la Corte. Foto: Patricio Terán / El Comercio
El vienes 25 de octubre del 2019 se conoció que 24 de 36 jueces y conjueces de la Corte Nacional de Justicia, que fueron sometidos a una evaluación, no aprobaron el proceso.
¿Qué detectaron durante la valoración?
Hemos encontrado buenas actuaciones de los jueces. Pero también hallamos actuaciones medianas y actuaciones que consideramos no han sido correctas.
¿Se refiere a lo que durante el correísmo se llamó la metida de mano en el sistema judicial?
El Comité de Apoyo realizó la evaluación con base en una metodología que previamente le fue entregada y que fue aprobada por la Judicatura con base en un informe de expertos designados para el efecto. No se tomó en consideración ninguna actitud de tipo político. Sin embargo, el Comité sí recibió información del Consejo de Participación transitorio, de la Contraloría y de la Mesa por la Verdad y la Justicia. Allí se dejaba constancia de que ciertas designaciones de magistrados de la Corte Nacional se apartaron de procedimientos y metodología establecidos para el efecto.
¿Eso influye en el resultado de la evaluación?
Bueno, como Comité de Apoyo, dejamos constancia de que hemos revisado esos informes y lo pusimos en conocimiento de la Judicatura. Esa entidad tiene que tomar en consideración esos aspectos. No creo que los tome en consideración en cuanto se refiere a la calificación final, pero sí a las acciones que debe iniciar inmediatamente con respecto a esos hechos.
Frente a lo detectado, ¿qué sugirió el Comité?
Eso tiene que ver la Judicatura. Deberá hacer las averiguaciones del caso y ejercitar las acciones disciplinarias que faculta la Ley Orgánica de la Función Judicial.
Usted dijo que los jueces tenían una matriz de sentencias. ¿Qué es?
La matriz de sentencias significa que estas no han sido individualizadas como deberían ser, sino que existían condenas algo prefabricadas en cuanto a las características esenciales. Es decir, se repetía la misma terminología, la misma jurisprudencia, la misma doctrina. Es como que existieran modelos preestablecidos a los cuales los jueces iban adaptando sus fallos según las circunstancias. En algún caso incluso hemos encontrado sentencias textualmente iguales, a pesar de que los temas y las partes de un proceso son diferentes.
Lo que dice es grave.
Por supuesto que es grave. Eso significa que se están sacando los fallos en forma matrizada y no en forma individualizada. Es decir, cada condena debe aplicarse a cada caso y no debían hacer lo que hicieron. Cada caso tiene que ser revisado individualmente y no en una matriz general, que es lo que se ha venido haciendo.
¿Esas sentencias analizadas por el Comité fueron tomadas al azar?
Sí. Eso hay que tomar en cuenta. Pese a que hemos revisado sentencias al azar se ha encontrado que ya existían modelos prefabricados para dictarlas.
¿Hubo alguna orden de alguien para hacer esto?
Desconozco. No se ha detectado eso en la investigación que hemos realizado.
¿Esto significa que alguna condena es ilegal?
No. Solo es una observación que hizo el Comité de Apoyo, para que en un futuro los nuevos magistrados de la Corte Nacional ya no utilicen matrices, sino que individualicen cada caso de acuerdo con los fundamentos de hecho y de derecho que corresponda. La Judicatura debe realizar a futuro los correctivos.
¿Estos casos pueden develar la injerencia de la política en la justicia?
Esto más bien es un error técnico provocado por quienes lo hicieron, es decir, por los jueces y los conjueces.
¿Sabían lo que hacían?
Me imagino que sí, porque quienes hacen las matrices fueron ellos. Con base en eso venían dictando los fallos. Esto era como un rompecabezas en el que ya existen ciertas piezas que están preestablecidas. Eso no puede seguir y debe mejorar. Ahora, esto no afecta a las sentencias, pero técnicamente no es correcto, porque estamos desnaturalizando la aplicación del derecho.
¿Qué más encontraron en la evaluación?
En algunos casos encontramos que las sentencias no son muy entendibles, porque el lenguaje que se utiliza no es el correcto. Hemos encontrado también que las condenas, con el ánimo de hacer aparecer una gran motivación, tiene muchísimas páginas. Hay 50 o 60 páginas, cuando se podía haber reducido a cinco, 10 o 15. Se nota incluso que se emiten fallos en los que se quiere aparentar que se hace un gran trabajo, cuando no es así.
Ahora, ¿qué debe esperar el país después de este proceso de evaluación?
Bueno, se ha realizado una evaluación justa y ponderada. Y si se hacen renovaciones de magistrados que se lo haga de la mejor manera, con base en concursos transparentes, con una visión jurídica y con la presencia permanente de la ciudadanía.