En la calle Pichincha, en La Marín, se colocaron vallas para evitar la informalidad. Foto: Euardo Terán / EL COMERCIO
En la calle Chile, entre Cuenca e Imbabura (Centro Histórico), no hay ropa, zapatos o artículos para el hogar colocados sobre la calzada.
En ese tramo, tres policías metropolitanos hacen sonar sus silbatos para alertar a los comerciantes informales sobre la imposibilidad de vender sin permisos.
Mariana Yugsi vende chompas. Sus precios varían entre los USD 5 y 10. Ella pone su esperanza en la época navideña para obtener ingresos extras. “No tenemos para pagar un lugar. Que nos dejen trabajar, por favor”.
Las calles aledañas a los centros comerciales son otros puntos en los que se ubican las ventas durante esta época. En el bulevar de la Naciones Unidas, en el norte, poco a poco se observa un incremento en la actividad de los comerciantes autónomos.
Por ejemplo, en las avenidas Amazonas y Corea, frente al Centro Comercial Iñaquito, hay venta de zapatos, carteras y artículos para celular. Están instalados en carpas improvisadas a la espera de personas que visitan los establecimientos del sector.
Marcela Tomalá vende carteras y monederos desde USD 5. Ella dice que comercializar ese producto le permite mantener a sus hijos y en estas fechas los clientes buscan opciones más económicas, lo cual les genera una posibilidad de ingreso.
El comercio en el espacio público está prohibido por la Ordenanza 280 y, con base en eso, se realizan los operativos de control del Municipio.
El Centro Histórico, por el flujo diario de personas (alrededor de 100 000) y su dinámica comercial, es la zona en la que se pone más énfasis.
Ángel Lema, inspector del Cuerpo de Agentes Metropolitanos, señala que para el control del espacio público hay un contingente de 950 agentes que se distribuirán en las nueve Administraciones Zonales del Distrito.
Además del Centro Histórico se trabajará en seis lugares: el mercado de Las Cuadras, el sector de Cablec (av. Maldonado) y la calle La J, en el sur. En el Comité del Pueblo, el bulevar de Cotocollao y en Calderón, en el norte.
Lema indica que esos espacios fueron recuperados y, en zonas como el bulevar de la calle La J, se colocaron vallas para impedir que el comercio informal se tome las aceras. Diariamente, el Cuerpo de Agentes y la Agencia Metropolitana de Control (AMC) ejecutan 30 operativos de información, exhortación y sanción en toda la ciudad. La labor incluye el retiro de la mercadería.
En lo que va del año se han realizado 2 293 operativos de control del espacio público.
Un dato importante con el que cuenta la AMC es que en la capital hay cerca de 11 000 comerciantes informales. La migración y la situación económica del país son las principales causas para el aumento del negocio ilegal. Los problemas de movilidad son un tema que también preocupa en esta época. La cantidad de personas que compra en los centros comerciales cambia la dinámica en los alrededores de estos establecimientos.
Julio Puga, director de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), señala que habrá un plan especial para controlar el tráfico vehicular en 22 centros comerciales. Incluye la presencia de agentes y señalética provisional que anticipe cambios en la circulación. Al momento, la AMT mantiene reuniones con los directivos de cada centro comercial para coordinar acciones específicas. Puga dice que los días más complicados serán el 23 y 24 de diciembre.
Para controlar el tránsito, la seguridad vial y a los conductores mal parqueados se desplegarán 1 700 agentes. Alrededor de los centros comerciales existirá vigilancia permanente, dice Puga.
En el sector de La Carolina, donde funcionan tres centros comerciales, se habilitará los estacionamientos del parque para evitar el uso de espacios no autorizados.
Ahí existen unas 2 500 plazas de parqueo que se suman a las de los establecimientos comerciales.