En el parque de la Raya, en el sector del Calzado, varias personas llegaron para realizar distintas actividades como jugar vóley y bailoterapia. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
A pesar de las advertencias de las autoridades y de la presencia confirmada de la variante inglesa del nuevo coronavirus –más contagiosa y mortal- la gente acudió masivamente a los parques de Quito con sus familias, este domingo 18 de abril del 2021.
En un recorrido realizado por este Diario se pudo comprobar el irrespeto a las disposiciones y la falta de precaución frente al virus. En el parque La Carolina, familias enteras se congregaron la mañana de este domingo. La gran mayoría llevaba mascarillas y frascos de gel o alcohol. Sin embargo, observaban a otros deportistas que jugaban básquet y fútbol sin medida preventiva alguna.
Sonia Toapanta contó que llegaron al parque con su hijo para verlo jugar básquet con sus amigos del barrio Bellavista Alto. Consultada sobre la nueva variante del virus, más contagiosa, respondió que no ha sabido nada y que hace seis meses ya se infectaron de coronavirus en su casa, pero que menos mal no tuvieron complicaciones.
Cerca de ahí, en la pista de patinaje del parque tres chicos sin mascarilla hacían rodar sus patinetas.
El parque concentró también a gran cantidad de ciclistas. Teodoro Llanos dijo que salió con una amiga al ciclopaseo y que se enteró en el sitio que este no se iba a realizar hoy. Por ello decidieron dar una vuelta dentro de La Carolina.
Los ciclistas se aglomeraron también en el carril exclusivo para bicicletas en la avenida Amazonas, en la periferia occidental del parque.
Los estacionamientos de este lugar en el lado este, a los que se ingresa por la avenida De los Shyris lucieron llenos, también el de la Cruz del Papa sobre el lado opuesto, en la avenida Amazonas. No así el ubicado en la avenida Eloy Alfaro, en el que había pocos vehículos.
En el parque El Ejido se registraron aglomeraciones este 18 de abril del 2021. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Los vendedores ambulantes, sobre todo, de helados se hacían notar en el parque. Carlos Pilco en su carrito de helados y bolos dijo que la mañana iba a estar buena para la venta.
Más concurrido aún estuvo el parque Guangüiltagua. La fila de vehículos al ingreso presagiaba lo que ocurría dentro. Los dos grandes estacionamientos del sitio lucían completamente llenos. También los ciclistas eran mayoría. No había ventas ambulantes. Clara Rojas paseaba con su perro pastor alemán. Dijo que siempre llega al lugar los fines de semana y que veía la situación normal, como otros domingos.
En cambio, en el parque de la Mujer, en la avenida Mariana de Jesús, los accesos permanecían cerrados, pero algunas personas habían conseguido ingresar por una abertura en la malla. Una decena de basquetbolistas se enfrentaban sin mascarilla en un animado partido. No había aglomeración adicional, solo una pareja paseaba a tres perros chihuahua en el sitio.
Mientras tanto, más al norte, en el parque Inglés, había vehículos estacionados, jugadores en las canchas de básquet y fútbol, y vendedores debidamente ubicados bajo carpas al pie de un monumento representado por un triángulo de piedra. Decenas de personas paseaban a sus mascotas. Lucila Heredia y su hija Clara dijeron que salieron a dar una vuelta con su perra Candy aprovechando que había buen sol. Admitieron que sí habían oído del aumento de los contagios del virus, pero que ellas confían en sus mascarillas y en el distanciamiento. Manifestaron que viven frente al parque, en la calle Fernández Salvador.
Mientras tanto, en el parque Bicentenario también eran mayoría los ciclistas. Algunas familias se tomaban fotos al pie de la cruz levantada cuando el papa Francisco llegó a Quito y dio una misa en el lugar. Los miembros de la familia Chérrez Tituaña se preparaban para armar un picnic bajo un árbol. Bryan, el hijo menor, dijo que le gusta el espacio porque hay sombra y es grande. El parqueadero del lugar estaba también a tope. Los Chérrez comentaban que quizá pusieron carpas azules al pie del Centro de Convenciones Bicentenario por el aumento de casos del virus. Aseguraron que ellos no se acercan a nadie para no contagiarse.