Vehículos hacen fila en los exteriores de un camposanto. Foto: Cortesía
Los sepelios empezaron en Guayaquil. 150 personas fallecidas durante la emergencia sanitaria ya fueron sepultadas en el camposanto Parques de La Paz. Así lo anunció el pasado sábado 4 de abril de 2020 Jorge Wated, encargado del Gobierno para gestionar las inhumaciones.
Él informó que paralelamente al ECU 911, se habilitará un nuevo canal de comunicación para reportar los decesos. Esta opción forma parte de las nuevas medidas que el Gobierno dispuso para reducir los tiempos de levantamiento, traslado y entierro.
Guayaquil vive una crisis en torno a los fallecidos, pues las familias reportan que la Policía tarda hasta cuatro días para retirar los cadáveres de las casas. Según los familiares, una parte de los retrasos se originan porque no se logra obtener con rapidez los certificados de defunción. Eso le sucedió a Betty Pástenes, quien sepultó a su padre siete días después de su muerte.
El Comité de Operaciones de Emergencia anunció un nuevo protocolo para la manipulación y disposición final de cadáveres con antecedentes y presunción de covid-19. Entre las acciones que establece el documento está que la máxima autoridad militar y policial de Guayas designe a uno de sus miembros como “autoridad competente” para que dé fe de las defunciones. Este mecanismo se usará cuando no exista un médico del Ministerio de Salud que certifique.
La nueva autoridad deberá enviar los informes de las defunciones al Registro Civil. Después, esta institución, el Instituto Nacional de Estadística y Censos y el Ministerio de Salud se encargarán de investigar y recuperar las causas de las muertes. Estos procesos se realizarán cuando termine el estado de excepción.
Otras medidas se analizan para agilitar la identificación de cuerpos en las morgues provisionales que se instalaron en hospitales. Hay quienes denuncian que no pueden recuperar los restos de sus familiares hasta por nueve días.
Por otro lado, en medio del estado de emergencia que vive Perú por el covid-19, el gobierno de Martín Vizcarra desplegó ayer sus fuerzas militares y vehículos blindados a la zona fronteriza norte de Aguas Verdes, que colinda con Huaquillas, en territorio ecuatoriano. El objetivo: desarticular los 22 pasos clandestinos que hay en la zona que, según el Ministerio de Defensa de Perú, serían usados como vías de ingreso por migrantes ecuatorianos y venezolanos. El 16 de marzo, Perú cerró sus fronteras para enfrentar la pandemia.
EL COMERCIO
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