“Quiero hacerte un regalo”. La primera vez que Lucía escuchó esa frase creyó que en realidad se trataba de un regalo, un obsequio que se da sin esperar nada a cambio. Pero, poco a poco, supo que para recibir su regalo debía cumplir ciertas condiciones, la principal: entregar USD 1 400 a su mejor amiga con la promesa de que en cuatro semanas recibiría USD 11 200.
“¿Crees que si esto fuera una estafa yo te invitaría?”. Así su amiga trató de convencerla de que invirtiera sus ahorros en el Telar de los Sueños o Flor de la Abundancia.
Aunque quienes están adentro aseguran que son distintos, en la práctica ambos son sistemas de inversión piramidal que operan en Quito. La única diferencia es que el Telar se dibuja como una red y a la Flor se la grafica con pétalos o un mantra. La Policía ya investiga.
Los telares son –en teoría- exclusivos para mujeres, pues los mensajes que se comparten apelan al feminismo y la solidaridad. Quienes forman parte de estos hablan de “una formación holística”, del “empoderamiento de la mujer” y de “economía solidaria”. “Somos un movimiento creado por mujeres y para mujeres con el fin de tomar el control de nuestras vidas a través de la realización de nuestro sueños”, así se describe en un archivo de PDF que se distribuye entre grupos de Whastapp.
Más allá del misticismo, la Flor o Telar son muy simples. Funcionan con el sistema Ponzi, que básicamente consiste en pagar los intereses de los inversores con su propio dinero o con el dinero de otros clientes.
En el Telar o Flor se hace lo mismo, pero con otros nombres. Primero no se lo denomina como una empresa sino como un “emprendimiento solidario” o “una hermandad fundamentada en la confianza y el amor”.
Existen cuatro niveles: Fuego, Aire, Tierra y Agua. En las bases o en los extremos más alejados del centro hay ocho mujeres. A ellas se las llama Fuego. Cada una de ellas entrega USD 1 400 a la que está en el centro o en la parte más alta de la pirámide. Esta mujer, llamada agua, recibe en total USD 11 200.
Funcionamiento de un telar
“Ahí es cuando yo entré en conflicto. El dinero no se invierte en la bolsa, no gana interés, no hay una transacción, un bien o un servicio. Simplemente, el dinero de ocho mujeres pasa a las manos de una”, explica María, una joven profesional que estuvo a punto de ingresar al juego.
Ella cuenta que incluso ha participado de las reuniones que hacen quienes ya están dentro y que allí ha evidenciado cómo la mujer del centro recibe los USD 11 200. “Es real, la mujer sí recibe el dinero que le prometieron, pero para que las ocho mujeres que aportaron reciban cada una los USD 11 200 deben entre todas convencer a 64 personas”.
Todo es aritmética básica: ocho pagan a una. Cada una de las ocho ingresa a dos amigas y estas a su vez a dos más, quienes también meterán a otras dos. Después de cuatro vueltas o niveles son 64 personas, cada una dio USD 1 400 y hasta ese momento solo las 8 iniciales han cobrado los USD 11 200.
Amanda, una joven madre, cuenta que sus mejores amigas también han ingresado a la Flor de la Abundancia. “Cuando yo cuestioné la forma en la que se consigue el dinero, me dijeron que tenía la mente cerrada y que no estaba lista para recibir un regalo del Universo”, cuenta.
Fausto Olivo, jefe de la Policía Judicial del Distrito Metropolitano de Quito, advierte que este tipo de pirámides funciona en un principio, pero una vez que se ha expandido lo suficiente y resulta imposible seguir ingresando a nuevas participantes, el esquema se rompe y las que están en la parte más baja son las que se quedan sin recibir nada ni recuperar su inversión.
En la Policía Judicial todavía no hay denuncias formales. Según María, esto se debe a que otro de los requisitos es que las invitaciones para formar parte de la Flor o Telar la hacen directamente amigas muy cercanas o familiares. Por eso, la joven, pese a conocer que captar dinero por fuera del sistema financiero es un delito que se sanciona con cárcel no ha querido denunciar a sus amigas.
En México, Argentina y en Perú ya se han reportado denuncias por estafa a través de los telares o flores. Incluso el Banco de México advirtió de este esquema y se abrió una investigación cuando en ese país colapsaron.