Lenín Mantilla, gerente del hospital Eugenio Espejo, asegura que tienen los recursos necesarios para recibir a más pacientes trasladados de las comunidades afectadas por el terremoto. Foto: Archivo EL COMERCIO
El hospital Eugenio Espejo de Quito ha recibido 16 pacientes procedentes en su mayoría de Manabí, una de las provincias más afectadas por el terremoto de 7.8 grados que sacudió la Costa del Ecuador el pasado sábado 16 de abril de 2016.
Los heridos “se encuentran en su mayoría estables“, aseguró Lenín Mantilla, gerente del hospital. “Son pacientes con un diagnóstico de politrauma (fracturas, golpes, pérdida de piel). Han sido evaluados y de momento se encuentran en hospitalización. Ellos reciben tratamiento”, agrega.
Dos de los transferidos fueron ya dados de alta y otros dos se mantienen en la unidad de cuidados intensivos. De estos últimos, uno muestra signos de recuperación con un pronóstico favorable.
El segundo está en estado crítico y fue ingresado en terapia intensiva. Este paciente no presenta heridas ni lesiones. Su cuadro se vincula a la hipertensión arterial que padecía, pues al momento del terremoto sufrió una crisis hipertensiva que le ocasionó un derrame cerebral.
El funcionamiento de este centro hospitalario está garantizado. Respecto a la capacidad para recibir a más pacientes trasladados, Mantilla menciona que el hospital Eugenio Espejo está preparado. “Hemos implementado una serie de estrategias para mantener una atención con normalidad a la ciudadanía de Quito, así como también para atender a todos los pacientes que nos lleguen del área de desastre”.
El gerente aseguró que el hospital está equipado con la infraestructura, personal, insumos y medicamentos necesarios “para atender y solventar las atenciones que requiera la ciudadanía de parte de esta institución”.