Los guías penitenciarios que laboran en las cárceles de Ecuador aseguran que no cuentan con implementos de seguridad para trabajar en el control de los detenidos. Foto: EL COMERCIO
Dos asociaciones de agentes penitenciarios señalaron la necesidad de que el Estado y la sociedad civil realicen una “auditoría” a la inversión realizada en el sector carcelario durante los dos últimos estados de excepción. Los representantes de ambas asociaciones también pidieron más seguridad para sus compañeros.
La Asociación de Servidores Penitenciarios del Ecuador (Aspe) y la Asociación de Servidores Penitenciarios Activos (Asosepen) se reunieron el lunes 9 de marzo del 2021 en Quito. Sus miembros indicaron que no tienen equipo antimotines para controlar la violencia que hay en las cárceles, pese a los dos estados de excepción declarados en 2019 y 2020 por la violencia penitenciaria.
El Servicio de Rehabilitación (Snai) presentó en enero de este año un informe en el que señala que en 2020 y tras la excepción en el sistema se invirtieron cerca de USD 195 415 armas no letales para los guías y USD 500 000 en radios y repetidoras para la comunicación del personal.
Los guías señalaron que el Estado debe garantizar la seguridad de sus compañeros. Indican que hay mafias que amenazan a los guías que “no se alinean” a sus intereses. Según sus estadísticas, cinco guías han sido asesinados, al estilo sicariato, fuera de las cárceles. Otros han quedado heridos.
Uno de los últimos ataques ocurrió el 27 de julio pasado. Dos guías fuera de servicio, que se movilizaban en un vehículo, fueron interceptados por motociclistas que los dispararon. Ocurrió en la parroquia Tres Cerritos, en el cantón Pasaje, en El Oro.
Por otro lado, Christian Peñaherrera, presidente de Aspe también indicó que insisten en que el Gobierno revise la caída de sus ingresos tras la aprobación del Código de Entidades de Seguridad que homologó sus salarios. Este reclamo lo han realizado desde agosto del 2019 cuando entró en vigencia el reglamento a la Ley.
Con esa disposición legal, los celadores dejaron de percibir horas extra. Los celadores dicen que esto hizo que los ingresos de los guías antiguos bajen USD 1 030 a 817.
Según Peñaherrera y Carlos Ordóñez, quien es presidente de Asosepen, estos reclamos ya fueron entregados al Servicio de Rehabilitación, pero hasta el 9 de marzo del 2021 no ha existido una respuesta.