La tuneladora Luz de América rompió la pared de la estación San Francisco, del Metro de Quito, a las 13:31 de ayer. El muro cayó y una nube de polvo se levantó ante los aplausos de las autoridades y obreros que acudieron al evento.
Los dos pilares que sostenían la tapia también fueron derribados. En el ambiente había expectativa, pues en esos momentos se celebró que la máquina recorrió 6 800 metros desde que comenzó a operar el 15 de mayo del 2017. Hasta ahora, la máquina ha colocado 4 500 anillos del túnel. Según la Alcaldía, en promedio Luz de América tiene un rendimiento de 50 metros diarios de perforación de túnel.
El trabajo se inició en la parada Solanda, en el sur de la capital. De ahí recorrió la Cardenal de la Torre, El Recreo y La Magdalena, hasta llegar a San Francisco. A esto se suma -dice el alcalde Mauricio Rodas- que se cuidó minuciosamente al Patrimonio histórico.
Por ejemplo, la estación de San Francisco no fue construida con el método de pantallas como las otras paradas, sino por medio de pilotes, que es poco invasivo y provoca menos agitaciones en el proceso.
El español José Luis Guijarro es gerente de obra civil del Metro. Explica que la cota de excavación es de 30 metros, lo cual no provoca impactos en las edificaciones patrimoniales.
Además, en las inmediaciones de las estaciones se colocaron equipos para calcular la vibración en el momento que pasa la maquinaria.
Mediante topografía de precisión se mide cualquier ligero movimiento que puede haber en las aceras y las fachadas.
El objetivo -durante la traza del túnel- es controlar los movimientos en la superficie. “Se ha comprobado que prácticamente los movimientos han sido inferiores a la décima de milímetro, con lo cual la afección a los edificios es nula”, asegura Guijarro.
En ese sentido, el técnico agrega que la tuneladora Luz de América pasó por debajo de un edificio ubicado junto al Hotel Casa Gangotena, en las calles Rocafuerte y Bolívar, y “no se sintió absolutamente nada”. Los equipos que se utilizan para medir las vibraciones son los acelerómetros.
Para utilizarlos se instalaron placas en la superficie. En las fachadas de las edificaciones se colocaron clavos especiales de los cuales cuelga una regleta. Con topografía de precisión se mide lo que marca el dispositivo. “Si el clavo tiene desplazamientos, te lo muestra la regleta”, dice Guijarro. De otro lado, en las aceras se colocaron hitos y bases de nivelación.
Asimismo, se reforzaron los suelos con inyecciones de morteros de hormigón, indica Angélica Arias, directora del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP). Se aplicaron desde San Diego, San Francisco y la Plaza del Teatro hasta la salida, que será en La Alameda.
De otro lado, las piedras de la plaza de San Francisco fueron identificadas con un código alfanumérico. Luego, estas se almacenaron en las bodegas del IMP para ser colocadas en el mismo lugar de donde fueron extraídas.
El rescate arqueológico de la zona duró seis meses. Se encontraron vestigios que luego de ser estudiados pasarán a ser expuestos en una muestra permanente en la estación.
En cuanto al material cultural ubicado debajo de la plaza, Arias explica que se hallaron pedazos de cerámica de la época colonial y tres excavaciones en cangahua. “Eran un poco amorfas, no tenían una forma específica. También hubo una especie de nichos excavados, se desechó que hayan sido para entierros porque no se encontró mucho material”.
La funcionaria descarta que sean restos prehispánicos. En los análisis que se realizaron en el exterior –apunta Arias– se estableció que no corresponden a fechas anteriores a la llegada de los españoles.
Durante la ceremonia, las autoridades destacaron la obra. Fernando Quevedo, representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), aclaró que el Metro tiene el apoyo de la institución que preside.
“Es un proyecto emblemático, comparado con otros similares que hemos visto. Y ser el banco líder, aprobando en nuestro directorio USD 450 millones para su financiamiento, nos pone muy contentos”.
Hay que recordar que con ese préstamo se financia la totalidad del proyecto.
Durante la actividad también se informó que los trabajos físicos han avanzado en un 68%, con 73 frentes de obra en marcha. En lo relacionado con la estación San Francisco, esta tendrá un acceso ubicado en la esquina de las calles Benalcázar y Sucre. Otra en el bulevar 24 de Mayo, que se conectará a la parada por medio de un túnel peatonal subterráneo que se construye por debajo de la calle Cuenca.