Entrevista a Caterina Costa, titular del comité empresarial ecuatoriano. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO.
¿Qué giro se espera del Comité Empresarial Ecuatoriano de la mano de una mujer, representante de los industriales y que, además, es de Guayaquil?
Soy partidaria de la unidad y de trabajar juntos aprovechando la riqueza que hay en cada uno de los 100 gremios que agrupa el Comité. Primero se deben tender puentes hacia afuera, con tareas específicas de todos los involucrados en el sector empresarial. Por eso, solicité una reunión con el Presidente de la República y él me recibió el mismo día de la elección. Fue una reunión franca, abierta y transparente de lado y lado. La próxima semana me reuniré con los presidentes de la Asamblea y de la Corte Constitucional, y otros funcionarios, para, así, continuar con la labor de Patricio Alarcón.
El Comité Empresarial, bajo la dirección de Patricio Alarcón, fue crítico con el programa económico del Gobierno, ¿se mantendrá esa misma línea?
Hay principios que guían al Comité, como seguridad jurídica, democracia, libre comercio, libre empresa y otros. Eso defendemos independientemente del presidente que esté al frente del Comité. Estamos de acuerdo con el qué, de pronto el cómo se comunica puede ser distinto. En mi gestión el deseo es que los gremios podamos tender puentes hacia otros actores. Sentarnos y discutir.
¿Cómo ven los empresarios el escenario económico para este año?
Las proyecciones hablan de un escenario de casi nulo crecimiento. Las exportaciones crecen, pero hay problemas en el mercado interno.
¿Qué podría hacer cambiar ese escenario?
Todo lo que se pueda hacer para aliviar la tramitología y los costos para el sector productivo va a generar un mejor manejo de la liquidez en las empresas. Si los consensos que hay en el Consejo Nacional de Trabajo llegan a la Asamblea mediante una reforma laboral va a ser importante. Todo esto puede ser una señal de que se está viendo al sector productivo como un motor de la economía y de que se le quiere dejar trabajar.
¿Qué tan viables son esos cambios en un año preelectoral?
Hay mucho que se puede hacer sin necesidad de reformas. Todo el tema de la tramitología que genera costos. Estamos trabajando en identificar dónde están esas trabas que entorpecen el desarrollo de los negocios o las inversiones. Por ejemplo, hay instituciones lentas con controles excesivos, el Servicio de Rentas Internas ha avanzado en reducción de tramitología, pero aún falta. Otro tema importante es la focalización de los subsidios para atender la parte fiscal. Estamos pidiendo apoyo a la academia para hacer esa focalización. Hay predisposición a trabajar en conjunto con el Gobierno. El empresariado está dispuesto a apoyar para sacar adelante al país. Lo que hace falta es que exista una posición clara respecto de los temas que nos preocupan.
¿Cómo están dispuestos a apoyar?
El mejor programa social es aquel que genera empleo productivo y eso también es responsabilidad de los empresarios. Es un tema de lado y lado. Si hay empleo no se necesita bonos o subsidios. Trabajar mucho en innovación, tecnologías, acercarnos más a la academia para lograr grandes oportunidades de alianzas; esos son temas nuestros.
¿Qué se espera en inversiones este año?
Las empresas siempre están invirtiendo.
Pero aún no lo hacen en los niveles que se requiere para compensar la caída de inversión pública.
Ahí hay dos cosas. Primero los incentivos de la Ley de Fomento Productivo estarán vigentes hasta agosto cuando se cumplen los dos años establecidos para esos beneficios. Estamos pidiendo que se extiendan esas medidas, porque el problema es que no tenemos tratados bilaterales de inversión, luego de que fueran denunciados por el expresidente Correa en el 2017. Esa es una de las grandes barreras para atraer inversión. Han pasado más de dos años de eso y no hay textos de los nuevos tratados. Segundo, como dije, estamos trabajando en identificar los trámites que están entorpeciendo las inversiones para sentarnos con los entes públicos y solucionar esos temas.
¿Por qué no se han logrado los cambios y las reformas que pide el sector empresarial, pese a que en el Gobierno están sus representantes?
Se ha avanzado más de lo que creemos. Obviamente quisiéramos que las cosas vayan más rápido, pero otros asuntos han postergado los temas productivos. No podemos decir que los ministros no han hecho su trabajo cuando la aprobación de normas no está en su cancha. Pero este es el momento, precisamente, de acelerar esa agenda.
Pero en la Asamblea Nacional también tienen legisladores que vienen del sector empresarial.
Un montón de normas no han pasado en la Asamblea, porque hay una dispersión que, aunque es importante en democracia, no ha permitido la celeridad debida en la aprobación de las leyes.