El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró hoy viernes 1 de agosto, que únicamente para salvar el proceso de su “revolución ciudadana” se lanzaría a una nueva reelección de su cargo, manteniendo esa posibilidad para el proceso electoral que deberá darse en 2017.
“Que yo me lance en el 2017 es mi último recurso”, indicó Correa, subrayando que “no podemos ser ingenuos ante los peligros que enfrenta la revolución”.
Entre esos peligros, según el mandatario está una “restauración conservadora” que está concertada en su país y con conexiones internacionales y defendió la enmienda constitucional planteada por asambleístas del oficialismo, para que la reelección presidencial sea indefinida.
Recordó que sus hijas están estudiando en el exterior, una de ellas en Europa, situación familiar por la que “yo quisiera parar” el ejercicio de gobierno, dijo.
Las declaraciones del presidente Correa se dieron ante periodistas en la ciudad costera de Bucay, en donde sesiona con su gabinete, y son las primeras luego de un período de vacaciones en el exterior, tras las cuales dijo volver “feliz” y “con el mismo entusiasmo de siempre”.
El mandatario ecuatoriano utilizó la única posibilidad de reelección que contempla ahora la Constitución de Ecuador, en los comicios generales de 2013, en los que ganó para gobernar este país andino hasta el 2017.
Sin embargo, en las elecciones municipales de 2014, el gobernante movimiento “Alianza País” perdió las alcaldías de las principales ciudades ecuatorianas, por lo que Correa pidió a sus asambleístas, que ocupan 100 de 134 escaños, proceder a la enmienda que posibilite su permanencia en el cargo, pedido que se encuentra en pleno trámite.