Alexandra Córdova, madre de David Romo, estuvo este 4 de diciembre del 2019 en una quebrada de Pomasqui, en el noroccidente de Quito. Foto: EL COMERCIO
Los resultados de la prueba de ADN que se le practicó a los padres de David Romo se conocerán el próximo 4 de enero del 2020. Las muestras serán cotejadas con huesos hallados este 2019, seis años después de la desaparición del universitario en Quito.
La madre del joven, Alexandra Córdova, tiene más dudas dentro del caso, por el cual incluso la Justicia investiga a agentes del Estado que hasta el 2018 aseguraron que Romo había sido desmembrado e incinerado hasta quedar en cenizas.
Alexandra Córdova, quien exige al Estado que responda por el paradero de su hijo, relata un nuevo incidente con la Policía tras el hallazgo de osamentas el 29 de noviembre del 2019. “Lo sorprendente es que dentro de las fotografías aparecen las osamentas y se ve a simple vista el brazalete de un reloj. Resulta que al día siguiente yo me fui a Criminalística a averiguar sobre este brazalete, porque mi hijo la noche del 16 de mayo en que lo desaparecieron también tenía un reloj y para mí era importante ver este brazalete, para ver si tenía las características, marca, en fin, tantas cosas que pueden verse. Pero mi sorpresa fue que evidentemente estaban con cadena de custodia las osamentas, son como 14 o 12 huesos que están ahí. Pero este reloj, esta pulsera, desapareció, no hay rastro alguno de dónde esté”, señaló en entrevista con EL COMERCIO, este 10 de diciembre del 2019.
Según la Policía, el hallazgo de huesos ocurrió el viernes 29 de noviembre cuando moradores y obreros de la junta parroquial de Pomasqui limpiaban la maleza de una quebrada. Entonces, encontraron un cráneo, 14 huesos y osamentas. Los vecinos llamaron a la Policía para el levantamiento del cuerpo. Los agentes recopilaron las evidencias y las trasladaron a Criminalística para las investigaciones.
Según Córdova, los tres primeros años después de la desaparición expertos hicieron búsquedas en Pomasqui, pero no encontraron restos. En mayo del 2019, la Corte Provincial de Pichincha declaró la nulidad del proceso y el caso volvió a la fase de investigación previa.
“A mí me interesaría ver esto (brazalete), pero además saber si en realidad pertenecen a mi hijo, ninguna prueba, ninguna evidencia puede desaparecer, eso me habla simplemente de negligencia en estas investigaciones o que simplemente no están llevando bien esta cadena de custodia. ¿Por qué desapareció? ¿Dónde está esto? ¿Quién fue la persona que desapareció esta prueba, este indicio, que fue encontrado el 29 de noviembre del 2019?”, pregunta Alexandra Córdova.
La madre acudió a la quebrada de Pomasqui y realizó una nueva búsqueda, pero ese objeto no apareció, solamente encontraron tres osamentas más.
Alex Bonifaz, abogado de la familia, dijo que los agentes debieron “recoger y proteger todas las evidencias. Debían proceder con un protocolo para el levantamiento de los huesos, como acordonar el sitio, pero no lo hicieron”.
David Romo desapareció el 16 de mayo del 2013, cuando regresaba en un bus a su casa, en la Mitad del Mundo.
En los laboratorios de Criminalística, en Quito, investigadores tomaron una muestra de sangre de Alexandra Córdova para cotejar con los restos óseos encontrados en una quebrada del sector de Pomasqui, en el noroccidente de Quito. La familia tiene inquietud por el trabajo de la Policía, que ahora definirá si esos huesos humanos pertenecen o no a David Romo.