El artesano Ubaldo Calle cuenta a los visitantes la historia de la calle Las Herrerías, en Cuenca. Foto: EL COMERCIO
Los artesanos de Las Herrerías, una tradicional calle de la ciudad andina de Cuenca, abrieron este domingo 19 de abril de 2015 sus talleres de forja para recibir a los turistas locales y nacionales que recorrieron el barrio El Vergel. Ellos se convirtieron en un atractivo más de este lugar, la nueva parada de la campaña Conoce tu destino, que promueve la Fundación Turismo para Cuenca.
En este barrio, todo está relacionado con el fuego, como la Casa de Chaguarchimbana. Ahí funciona el Museo de las Artes del Fuego y fue en donde empezó el recorrido. Es una antigua quinta que conserva los materiales tradicionales de la arquitectura local, como muros hechos con adobe y bahareque y tumbados de madera o barro.
En la plaza donde está ubicada la casa hay un monumento de Vulcano, que se colocó en el sitio para homenajear a los herreros del sector. Así lo explican los estudiantes de la Universidad de Cuenca a los turistas.
Los visitantes se detienen en los talleres de los herreros, que habitualmente no se abren los domingos. Sin embargo, hoy fue la excepción para recibir a los turistas y hablarles sobre su trabajo.
El primero en recibirlos es Ubaldo Calle, él labora en una mecánica que tiene más de 100 años. La heredó de su padre y de su abuelo.
El trabajo de los herreros evolucionó. Pasaron de elaborar herraduras y herramientas para el agro a crear objetos decorativos, que son los que más se comercializan ahora. “Ya no hacemos herraduras, porque no es rentable, la gente no paga bien el trabajo artesanal”, dice Calle.
Él también se convierte en un guía y explica la historia de la calle Las Herrerías, antes llamada Antonio Valdivieso, en la que hay ocho talleres de forja. Pero antes eran más, un taller en cada familia, recuerda. Ellos prefieren hacer objetos decorativos o utilitarios porque son más valorados. Sus talleres ahora están llenos de faroles, candelabros y cruces.
Los puestos de comida tradicional reemplazaron a los antiguos talleres de forja. Foto: EL COMERCIO
El paseo concluye en uno de los puestos de chumales que sustituyeron los talleres de forja. Para Lorena Belduma, de El Oro, el recorrido significó un descubrimiento de un lugar que ya había visitado, pero que desconocía su historia.
La mayoría de personas que participan en las rutas son turistas de Guayaquil y Manta, principalmente. El objetivo es que más cuencanos se sumen para que sean ellos quienes redescubran la historia de la urbe, según el director de la Fundación Turismo para Cuenca, Juan Fernando Paredes.
Esta es la tercera parte de la campaña, que se inició en junio del 2015. Los recorridos se realizarán una vez al mes en barrios tradicionales y zonas rurales del cantón.