Fabiola Aragón, junto con su esposo, fotografía a su hija Margarita en su visita a Tulcán. Álvaro Pineda para EL COMERCIO
Unas fotografías entre las esculturas de ciprés del Cementerio de Tulcán marcaron el inicio de una gira por Ecuador, que realizan Pedro Antonio Gómez, su esposa Fabiola Aragón y su hija Margarita.
El jueves último visitaron el camposanto declarado Patrimonio Cultural del país en 1984. Durante 12 días, esta familia, que inició su travesía en Cali (Colombia), aspira a visitar Quito, Salinas y Esmeraldas, antes de retornar a casa.
Ellos y cientos de colombianos más avanzan hacia el sur en autobuses de transporte público, motocicletas y autos particulares, para vacacionar entre el 28 de diciembre y el 31 de enero. Es el período de asueto más largo de la vecina nación, antes de que los chicos retornen a la escuela, en febrero, explica Gómez, conductor de autobuses de profesión.
Los operadores turísticos del norte del Ecuador denominan a esta fase la ‘época de los colombianos’. El año pasado ingresaron 323 345 ciudadanos de ese país. Un año antes arribaron 330 671.
Hasta el 2017, Colombia era considerado el primer emisor de turismo extranjero hacia Ecuador, según cifras del Ministerio de Turismo. Ahora aparece Venezuela, pero se aclara que no están considerados turistas, aunque así lo hayan declarado para ingresar por el Puente de Rumichaca.
Entre los destinos preferidos por los colombianos en el país están las urbes de Tulcán, Ibarra, Quito y las playas de Esmeraldas, señala Segundo Arroyo, coordinador del Ministerio de Turismo de la zona 1 (norte). Considera que en ello tienen mucho que ver las distancias relativamente cercanas con la frontera común.
Sin embargo, hay otros aventureros como Luis Miguel Vargas, su esposa y una amiga, que apuntaron a otros sitios.
El jueves último estuvieron en Tulcán, antes de retornar a Colombia. Ellos regresan a Barranquilla, tras recorrer Machu Picchu y Lima, en Perú, y Cuenca, Guayaquil y Quito, en Ecuador. Partieron en avión hacia Lima la primera semana de este mes. Luego, decidieron regresar por tierra visitando las principales ciudades.
Vargas, quien se dedica a la carpintería, también tomaba fotografías de las esculturas verdes del panteón de Tulcán, al que llegó por primera vez. Estaba emocionado. El Cementerio de Tulcán es el paso obligado de extranjeros que ingresan o salen por Rumichaca.
Entre el 1 y 8 de enero último arribaron a este ícono carchense 5 000 personas, el 68% procede del país vecino, asegura Carolina Herrera, responsable de Turismo del Municipio de Tulcán, que administra este lugar.
Entre los factores por los que Ecuador cautiva a los colombianos están la seguridad, las buenas carreteras y los precios convenientes, especialmente del transporte público, en relación con los que rigen en su nación (por el combustible caro), comenta Mercedes López, oriunda de Pasto.
Durante ocho días recorrió Tulcán, Quito, Salinas e Ibarra junto a sus dos hijas y una amiga. En la ‘Ciudad Blanca’ hicieron una escala para visitar a unos parientes que están radicados en esta localidad.
López explica que la playa más cercana a Pasto está en Tumaco, en el sur occidente de Colombia. El viaje tarda seis horas. El pasaje cuesta alrededor de 60 000 pesos (USD 20).
Sin embargo, asegura que pocos se atreven a viajar ahora hasta ese destino, en donde se produjeron atentados terroristas.
Es por ello que Mercedes López y sus acompañantes prefirieron aventurarse en Ecuador. Tomaron un autobús desde Tulcán a Guayaquil y luego a Salinas. El pasaje para cada uno costó USD 12.
La visitante calcula que gastaron un promedio de USD 40 diarios por persona. Es una cifra similar a la que presupuestó Pedro Antonio Gómez.
El excursionista resalta también la amabilidad de los ecuatorianos. Explica que este paseo es un premio que acordó con su esposa para su hija Margarita, que en diciembre último terminó la secundaria.
El flujo de visitantes también dinamiza las actividades productivas. Se benefician los restaurantes, los hoteles y el transporte, comenta Édison Terán, propietario de la cafetería Arte Merk, ubicada frente al Cementerio de Tulcán.
A diario atiende a un promedio de 20 clientes colombianos y cinco ecuatorianos.