La Policía investiga la muerte de una mujer ocurrida en el barrio Los Girasoles, al sur de Esmeraldas, el 23 de agosto. Foto: Marcel Bonilla/ El Comercio.
Las zapatillas y una blusa que había utilizado durante la noche para celebrar entre amigos y familiares quedaron junto a su cuerpo en la sala de la casa. Silvia F., tenía 24 años y habitaba con su conviviente, Washington V. de 31 años, en el barrio Los Girasoles, en el sur de la ciudad de Esmeraldas.
La noche del pasado 23 de agosto, después de la fiesta, se habría producido una discusión entre la pareja. En la mañana, el cuerpo sin vida de ella estaba en el piso con 18 heridas producidas con arma corto punzante. Él colgaba de una viga en el patio de la vivienda. Los investigadores no descartan que tras la discusión, Washington V., atacó a su esposa y posteriormente se colgó.
Las primeras indagaciones de Criminalística apuntaban a que los celos serían la causa. En el barrio donde habitaban los convivientes hay una estela de tristeza por lo ocurrido. Leonor Q., amiga de ambos, afirma que siempre había discusiones entre ellos, por celos, pero no pensó que fueran a terminar de esa manera.
En la ciudad de Esmeraldas, entre junio y agosto se produjo el asesinato de cuatro mujeres a manos de sus convivientes. Todas ejecutadas con arma corto punzantes.
Estos casos, ahora se investigan como feminicidio, la figura que se incluyó en el nuevo Código Penal que está vigente desde el pasado 10 de agosto.
Esta norma (art. 141) sanciona este delito con cárcel de 22 a 26 años. Allí se habla de las muertes de mujeres como resultado de relaciones manifiestas en cualquier tipo de violencia.
Según el Consejo de la Judicatura, en los primeros días de la vigencia de esta ley, la violencia contra la mujer fue una de las denuncias más frecuentes.
En el sector de Vergeles (Machala – El Oro), Rosa Largo, de 58 años, fue asesinada el martes pasado (23 de septiembre) con 35 puñaladas. Los agentes de la Dirección de Muertes Violentas y Desapariciones (Dinased) apresaron a un joven de 22 años por este hecho. Según los uniformados, él trató de suicidarse pero lograron contenerlo.
Karina M., de 45 años, dedicada a lustrar zapatos en el parque 20 de Marzo, fue otra víctima en la ciudad de Esmeraldas.
Ella murió en su casa en la isla Luis Prado, luego de ser atacada presuntamente por su esposo. Ocho hijos quedaron en la orfandad. Mariana L., amiga de la fallecida, señaló que solo escucharon los gritos, pero no pudieron hacer nada. Era muy oscuro y fue imposible identificar al responsable. Dos sospechosos están detenidos.
En esa zona, hace dos años, un hombre también terminó con la vida de su pareja.
Una tercera víctima fue Edita M. (24 años), madre de una niña. Vivía en Atacames. El esposo, principal sospechoso del asesinato, huyó.
En la Fiscalía de Esmeraldas, Diego Pérez, dice que estos casos están en investigación. En julio, Elmira V., una estilista extranjera se convirtió en la cuarta víctima. Fue asesinada en su departamento, en el centro de la ciudad.
El crimen se dio en presencia de su hija de 5 años, quien también fue herida por el sospechoso de cometer el asesino.
Eso obligó a que sea trasladada a una casa de salud de Guayaquil. Familiares la llevaron a su país de origen, pues no tenía parientes en Esmeraldas.
Según la Fiscalía, de enero a julio de 2013 se produjeron 136 asesinatos de mujeres a escala nacional. De ese número, el 30% se registró en Pichincha y Guayas con 21 y 20 casos, respectivamente.
Las provincias donde más casos se han contabilizado, a más de las dos mencionadas, son Esmeraldas y Los Ríos. El 46% de mujeres asesinadas son resultado de ataques de su propio círculo familiar, sostiene la Fiscalía.
En la nueva ley penal se establecen cuatro circunstancias para determinar si, en efecto, un delito es feminicidio o no.
Carmen Mina, del Foro Permanente de la Mujer en Esmeraldas, señala que los crímenes están asociados a la violencia y al consumo de alcohol.
La Unidad de Violencia Contra la Mujer y la Familia, registra hasta cuatro denuncias diarias de maltrato de hombre a sus convivientes en la ciudad de Esmeraldas. Juan Carlos Aguiar, de la Judicatura, señala que desde el 10 de agosto de este año que entró en vigencia el Código se han registrado 97 denuncias de agresión. Este dato corresponde solo a esta ciudad.
Una de las víctimas que logró sobrevivir al ataque de su cónyuge, fue Yuri C., de 32 años, en San Lorenzo, norte de la provincia de Esmeraldas.
Tras discutir con su esposo, la noche del 29 de agosto, la atacó con un arma blanca. Producto de la agresión de su pareja perdió su mano derecha cuando intentó defenderse.
“¡Creí que moriría!”, dijo consternada. En sus brazos y mano están las suturas después de la intervención. Lucetty Coronel de la Unidad de equidad e igualdad de género del Gobierno Provincial de Esmeraldas, señaló que han iniciado una campaña denominada ‘Antes de pegar hay que dialogar’.
Ahí recibe atención médica y psicológica Yuri C., que ahora se recupera de los golpes y dice que lo hace para mantener y cuidar a sus tres hijos.