Johanna Ponce, especialista en mediación, ofrece una visión profunda sobre este método alternativo de solución de conflictos. Resalta su eficacia y los beneficios que aporta a las partes involucradas. Lo hizo en La Pizarra EC, el lugar donde las ideas se ponen en acción.
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A diferencia de los tribunales tradicionales, la mediación promueve un diálogo constructivo y soluciones mutuamente acordadas.
La mediación se presenta como una alternativa eficaz a los procesos judiciales tradicionales. Permite a las partes resolver sus conflictos sin la necesidad de largos litigios. Johanna Ponce subraya que este método ofrece un espacio más tranquilo y menos confrontacional que los juzgados, facilitando el entendimiento y la cooperación entre las partes.
El método de mediación implica la participación de un mediador, quien guía a las partes en conflicto para que, mediante el diálogo, lleguen a un acuerdo satisfactorio para ambas. Este proceso, aunque menos formal que un juicio, tiene el mismo valor legal y puede resultar en acuerdos tan vinculantes como una sentencia judicial.
Ponce destaca que la mediación no solo resuelve el conflicto en sí, sino que también permite a las partes desahogarse emocionalmente y encontrar puntos en común, lo que reduce el resentimiento y fomenta un ambiente de colaboración y respeto mutuo.
Más allá de los efectos negativos de los procesos judiciales
Johanna Ponce, abogada de profesión, decidió especializarse en mediación tras observar los efectos negativos que los largos procesos judiciales tenían en las personas. “Aunque ganaran el juicio, muchas veces los involucrados no experimentaban la felicidad ni la plenitud esperadas. El desgaste emocional y de tiempo era considerable”, explica.
Ponce comenta que la mediación les permite a las partes involucradas dialogar y encontrar soluciones por sí mismas, lo que les otorga un sentido de control y satisfacción que rara vez se experimenta en los procesos judiciales tradicionales. “El mediador crea un espacio tranquilo, similar a una mesa redonda, donde las partes pueden hablar y ser escuchadas sin la tensión de un juicio”, afirma.
Uno de los principales beneficios de la mediación es que facilita acuerdos voluntarios que tienen el mismo efecto legal que una sentencia judicial. Este proceso también reduce la necesidad de pruebas y documentación extensa, basándose en la buena fe y el reconocimiento mutuo de las obligaciones. “La mediación es un procedimiento más justo, donde la palabra y la voluntad tienen un valor preponderante”, enfatiza Ponce.
Mediación para solucionar conflictos
Ponce también subraya la importancia de la voluntad de las partes para solucionar el conflicto mediante el diálogo. “Cuando las partes se muestran dispuestas a hablar y encontrar una solución juntos, el mediador puede guiarlas para que lleguen a un acuerdo beneficioso para ambas”, dice.
En muchos casos, la mediación ha permitido resolver conflictos que llevaban años litigándose en los tribunales. Ponce relata casos en los que las partes, después de años de enfrentamientos judiciales, lograron llegar a un acuerdo en pocas sesiones de mediación. “Es un proceso que transforma una energía negativa de conflicto en una energía positiva de colaboración y resolución”, comenta.
La mediación también se muestra eficaz en conflictos estructurales y complejos, como los que enfrenta Ecuador en diversas áreas. Aunque no siempre se logran resolver todos los aspectos del conflicto, la mediación permite avanzar parcialmente y reducir las tensiones, lo que ya representa un avance significativo.
Ponce concluye destacando que la mediación es una herramienta poderosa que permite a las personas resolver sus diferencias de manera más humana y efectiva. “Es una forma de justicia que se construye con base en la voluntad, el diálogo y el respeto mutuo”, afirma.
Johanna Ponce ha demostrado que la mediación es una alternativa viable y efectiva a la justicia tradicional. Ofrece un camino más humano y menos conflictivo para la resolución de disputas. Su experiencia y enfoque altruista han permitido a muchas personas encontrar soluciones satisfactorias a sus conflictos, resaltando el valor de la mediación en la construcción de una justicia más justa y accesible.