Alguna vez le preguntaron a Alberto Spencer que, si él no hubiera sido el glorioso goleador de Peñarol, a quién nombraría el mejor futbolista ecuatoriano. Lo dijo sin dudar: Polo Carrera. Sin duda, Polo Carrera Velasteguí es el ídolo eterno de Liga Deportiva Universitaria y vino a Diálogos sin Sombrero para hablar de su paso por el fútbol y cómo de niño era hincha del Aucas.
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Polo Carrera, el ídolo de Liga, confiesa en Diálogos sin Sombrero que de niño era del Aucas
Polo Carrera era tan bueno, que muchos iban al estadio para verlo jugar. Estuvo en todos los equipos de Quito, menos en el Aucas. Sin embargo, hizo dos confesiones en Diálogos sin Sombrero.
De niño, fue hincha del Aucas. Y eso es alguien que pocos saben. Su papá, que trabajaba en Shell Mera, lo acercó al club oriental. “El Aucas de ese tiempo era un equipazo, y yo era muy chiquito, tendría unos ocho o nueve años”, contó. Aunque su corazón latía por el ídolo del pueblo, el destino lo llevaría a ser leyenda en el equipo universitario y a tener un amor mutuo y eterno con Liga Deportiva Universitaria de Quito.
El debut precoz de Polo que cambió la historia de Liga
A los 14 años, Carrera ya vestía de blanco. Jugaba en el equipo barrial Real Madrid de la Loma Grande, donde fue goleador y figura. El doctor Raúl Vaca y Pancho Moreno lo vieron y lo llevaron directo al primer equipo. En su debut, Liga perdía 2-0 ante Atlanta de Chimbacalle, cuando Vaca le dijo: “Wambra, entra. Haz lo que sabes.” Polo marcó dos goles y Liga ganó 4-2. “Ahí comenzó todo”, dijo.
Desde entonces, Carrera se quedó para siempre en Liga. “Soy el máximo goleador de la historia del club con 92 goles. Y eso que yo jugaba de muy atrás”, recordó. En sus palabras, la posición no impedía el olfato: “Ponía la pelota y decía: ‘Hágase famoso usted’, pero también hacía goles”.
De izquierda a derecha: Nocca, Polo Carrera, Troncoso, Montalvo y Tito Larrea, el gran amigo de Polo Carrera, y con quien le gustaría tomarse un café. Foto: Archivo EL COMERCIO
El único partido con Aucas… y falló un penal
Pese a que nunca defendió oficialmente a Aucas, Polo jugó un solo partido con el club de su infancia. Fue un amistoso ante Cerro de Montevideo, cuando el locutor deportivo Carlos Efraín Machado lo invitó como refuerzo. “Cobré un penal y fallé. Carlitos me dijo: ‘Polo, por favor, no me hagas eso’”, recuerda con una gran sonrisa.
Una carrera de jugadas inolvidables de Polo en Diálogo sin Sombrero
Muchos goles y jugadas quedaron en la memoria del aficionado. Polo recuerda con especial cariño su gol a Unión Española en Libertadores, luego de una gambeta inolvidable a Berli. “También está el gol de taco a Barcelona y la jugada en que llevé la pelota hacia atrás mientras el arquero gateaba”, evocó.
No fueron solo goles. Carrera humilló a grandes figuras como el Beto Alonso, de River Plate, con una bicicleta en pleno estadio Atahualpa, en la Copa Libertadores de 1978. “La Copa Libertadores de entonces era mucho más fuerte. Venían los mejores jugadores, porque no salían al exterior como ahora”, explicó.
Carrera no se queda en la nostalgia. Ve con claridad los cambios del juego: “Antes se jugaba con cinco delanteros, ahora los punteros ya ni existen”. Sobre la selección, critica que se juegue en Guayaquil ante Brasil: “La altura de Quito pesa. Brasil sufre aquí, incluso psicológicamente. El balón pica distinto. No es lo mismo”.
Y añade: “Hoy es más fácil clasificar. Antes jugábamos solo tres partidos, y sin cambios. Y recuerda aquel año 1965, cuando Ecuador estuvo a punto de clasificar, aunque sostiene que en la prensa porteña había titulares que afirmaban que Guayaquil clasificaba al Mundial.
Polo Carrera: pionero en Brasil y campeón con Peñarol
Polo fue el primer ecuatoriano en jugar en Brasil y uno de los primeros extranjeros en el club Fluminense. Luego pasó al Peñarol de Montevideo, donde compartió con leyendas como Alberto Spencer y Elías Figueroa. “Jugamos la Recopa del Mundo contra Santos de Pelé y Racing de Roberto Perfumo. Eran equipos de verdad”, rememoró.
Años después, en la despedida de Franklin Salas y Paúl Ambrosi, Polo volvió a la cancha con exglorias del club. “35.000 personas corearon mi nombre. Yo sabía que muchos no me habían visto jugar. Pero me recordaban por lo que contaban sus padres o abuelos”, dijo conmovido.
Café con leche y un último brindis por el fútbol de Polo Carrera, ídolo de Liga en Diálogos sin sombrero
Polo Carrera en el set de Diálogos sin Sombrero, en EL COMERCIO. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Ya en la sobremesa, Polo confiesa que no toma café negro. “Tomé mucho en Brasil. Ahora solo café con leche, como me daba mi mamá con leche Clean”, contó.
Cuando se le pregunta con quién se tomaría un último café, responde sin dudar: “Con Tito Larrea. Gran amigo, gran compañero. Se fue hace poco y lo extraño”. Y si pudiera elegir a uno del presente, elige a Franklin Salas. “Fue un jugador que me hizo ir al estadio solo para verlo”.
Y así, entre anécdotas, goles y nostalgias, Polo Carrera sigue siendo una referencia viva del fútbol ecuatoriano, un ídolo que no necesita videos para ser eterno, porque su leyenda ya está contada en la voz de generaciones enteras.