La 'viveza' linda con el delito

Francisco ‘El Pájaro’ Febres Cordero, un hombre al que las personas cercanas colocan en las antípodas de la viveza criolla, reflexiona sobre este rasgo. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO

Francisco ‘El Pájaro’ Febres Cordero, un hombre al que las personas cercanas colocan en las antípodas de la viveza criolla, reflexiona sobre este rasgo. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO

Francisco ‘El Pájaro’ Febres Cordero, un hombre al que las personas cercanas colocan en las antípodas de la viveza criolla, reflexiona sobre este rasgo. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO

Francisco ‘El Pájaro’ Febres Cordero ha dedicado su vida a la escritura a través del periodismo y la literatura. En esta conversación reflexiona sobre las consecuencias de la viveza criolla.

La viveza criolla es uno de los rasgos que atraviesan a la sociedad contemporánea. Hay quienes la practican desde sus espacios familiares, de estudio o de trabajo, y hay otros que lo hacen desde el poder. Todos pensando que su ‘viveza’ no será descubierta o no provocará ningún daño en los demás. En ese contexto, Francisco ‘El Pájaro’ Febres Cordero, un hombre al que las personas cercanas colocan en las antípodas de la viveza criolla, reflexiona sobre este rasgo, que cada vez está más arraigado en la sociedad ecuatoriana.

¿Qué se le viene a la cabeza cuando escucha hablar de viveza criolla?
Pienso en la sapada. Es decir, en la forma que una persona transgrede las normas o las leyes para sacar un beneficio personal. El vivo nunca piensa en los otros, solo en él mismo. Para el vivo los otros no existen. También pienso que la viveza criolla es el primer paso para que se genere la corrupción. No estoy seguro de que sea necesariamente corrupción, pero sí un acto que transgrede la ética y las leyes.

Entonces, ¿la viveza criolla es en esencia un acto individualista?
Claro, la viveza criolla es esencialmente individualista. Eso no quiere decir que luego no termine favoreciendo a otros. Pero el pensamiento del vivo está centrado solo en su beneficio. Tiene la premisa de ejecutar una acción que no es ética para favorecerse.

¿Qué ejemplos de viveza criolla que suceden en la vida cotidiana se le ocurren?
Pienso en el vivo que está en una fila y se mete como sea para que le atiendan antes, o en el vivo que está con su carro en medio de un atolladero y forma una tercera fila para pasarse adelante. Hay otras cosas como que te den mal el vuelto; que te cobren más por un servicio; que copies en el examen; o que te atribuyas como tuyas cosas que no lo son, como han hecho varios políticos con sus tesis de grado. Lo que hay detrás es esta idea nociva del ‘no se han de dar cuenta’ o del ‘pasemos de agache’.

¿Este pasar de agache no está relacionado con la idea de obtener beneficio haciendo el mínimo esfuerzo?
Claro, al vivo lo que le interesa es conseguir lo que se propone a toda costa, independientemente de a quién se tenga que pisotear, qué normas o reglas se tengan que transgredir y, claro, haciendo el mínimo esfuerzo. Por ejemplo, volviendo al vivo que está en la cola y quiere que le atiendan antes de las personas que llegaron primero. Ahí no está de por medio una cuestión legal sino las costumbres, una cierta ética ciudadana que es poco practicada. El vivo busca obtener un beneficio a cualquier precio, independiente de qué derechos de los otros vulnere.

¿Por qué a veces se asocia la inteligencia de una persona con la viveza criolla?
Porque hay la idea de que para ser vivo necesitas ser astuto. La astucia es lo que me permite engañarte y estafarte. El vivo es el que piensa que es más astuto y sagaz que los demás. El que piensa que puede hacer pendejo a cualquiera. Aquí había un maravilloso delincuente al que llamaban ‘El Cuentero de Muisne’ (Dante Reyes). El fue tan ‘vivo’ que vendió un reloj público de Guayaquil a una pareja de suizos.

Entonces, ¿hay que tener cierta astucia para ejercer la viveza criolla?
Cuando eres un vivo profesional, sí. De ahí el papero que te dice que te está vendiendo una libra de papas cuando la verdad es que la libra no está completa, o el taxista que te da un vuelto incompleto practican la viveza sin pensarlo mucho. En mi infancia jugábamos bolas y siempre había los vivos que se adelantaban un paso para sacar las bolas del círculo. A eso nosotros le llamábamos robar punteras.

¿Qué pasa cuando la viveza criolla es practicada desde el poder?
Me parece que ahí la viveza criolla linda con el delito. Uno de los casos más patéticos es el del exvicepresidente Jorge Glas y su tesis de grado. Imagínate un Vicepresidente de la República en ejercicio que hace una tesis copiando no sé si el 25 o el 50 por ciento del Rincón del Vago y la hace pasar sin citar fuentes y poniendo esas palabras copiadas como suyas. Eso genera un ejemplo absolutamente nocivo para la sociedad. Otra ejemplo es la viveza criolla de Correa al haber hecho contratos sin licitación porque estábamos en estado de emergencia, o lo que pasó con Assange. Para no tener problemas con los ingleses le hicieron ciudadano ecuatoriano nacido en Chaupicruz. Con eso, dijeron, les hacemos los pendejos a los ingleses.

Otra prueba de que la viveza criolla es nociva.
Sí, también recordemos que el comecheques, para que no le agarren, dijo bueno, yo me como los cheques y listo. Luego el Presidente de la República va a visitarlo a la cárcel para respaldar su acto de viveza criolla y de corrupción. Tú ves eso y entonces dices; aquí todo vale, como en la lucha libre: piquetes de ojos, patadas voladoras, y silletazos por la espalda.

¿A qué otros políticos de la historia del país asociaría con la viveza criolla?
Hay muchos, desde el comienzo de la República. En la constitución de 1830 tú ves que solo podía ser candidato a Presidente el que, entre otras cosas, practicaba la religión católica y tenía 30 mil pesos de fortuna. Obviamente era una Constitución hecha por Flores para beneficiarse a sí mismo, porque era el único que cumplía con esos requisitos. Ese, sin duda, fue un acto de viveza criolla. Pero qué más viveza criolla que llevarse la plata en costales como lo hizo Abdalá Bucaram cuando fue presidente. En la historia ecuatoriana el nepotismo siempre ha estado proscrito y ahora vemos familias enteras empleadas en cargos públicos. Por ejemplo está el caso de la exvicepresidenta María Alejandra Vicuña, de quien se dice tiene 20 parientes enquistados en el poder.

¿Puede pensar en un político que haya estado en las antípodas de lo que llamamos viveza criolla?
Creo que Jacinto Jijón y Caamaño fue un personaje con una ética ejercida con celo. A él sumaría a Federico González Suárez por su ética y rigor académico. Jijón y Caamaño usaba sus propios fondos para beneficio del Municipio. Era una persona que actuaba de acuerdo con unos valores de rectitud y creo que eso es lo que ya no se practica. La gente del común ha perdido el sentido de ética. El único valor que subsiste es el económico. La gente solo piensa cómo hacer plata y para lograrlo hace lo que sea.

¿Qué pasa cuando la viveza criolla se convierte en un valor para la gente?
Cuando la viveza criolla se convierte en un valor social aflora la corrupción, porque ya no importa nada. Piensas que las leyes pueden ser transgredidas con facilidad. Ahí el sentido de la pertenencia de los fondos públicos es otro. Ya no concibes que los fondos estatales sirven para beneficio del país sino que piensas que de eso puedes echar mano. Todo eso fue lo que ocurrió con absoluta claridad en la dictadura de Rafael Correa. Imagínate tener un avión presidencial para usarlo como bien particular. Ese tipo de actos hacen que se pierda el sentido de la legalidad y el sentido de pertenencia. Lo grave de todo esto es que no te des cuenta o no quieras darte cuenta de que tus acciones están perjudicando a los otros.

¿Qué es lo más grave de embanderar la viveza criolla?
Lo más grave es que ya no nos afecte o nos afecte cada vez menos. Siento que la permisividad que genera la viveza criolla se hace más una costumbre. Un pueblo que pierde ese sentido de la ética y del respeto por el otro es un pueblo que camina hacia el caos o hacia la desintegración.

¿Cuál es el acto de viveza criolla que más detesta?
El cometido por los funcionarios públicos, porque de ahí es más fácil que esa permisividad que irradia la viveza criolla se expanda hacia los demás. El funcionario público ha perdido el sentido de la ética. Esa viveza le permite cualquier trapacería y esa trapacería es un ejemplo para el resto de la sociedad. El funcionario público tiene que ser respetuoso, pero hasta el máximo, de las leyes y de los dineros del Estado. Me molesta porque perjudica a todo un pueblo pero sobre todo a las clases más necesitadas, y lo que digo no es demagogia.

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