Agencia EFE
El Museo de la Luna es un ambicioso proyecto cultural y científico. Fue presentado en una emotiva ceremonia este sábado 22 de marzo en la cima del cerro Catequilla, ubicado al norte de Quito.
Este nuevo referente del astroturismo en Ecuador busca posicionarse como uno de los destinos más emblemáticos de Ecuador para la observación astronómica. Combina la cosmovisión andina, el turismo experiencial y la educación interactiva.
Catequilla, ubicado a 2 638 metros sobre el nivel del mar, no solo se destaca por su altitud y paisaje, sino por su valor simbólico. Está en pleno ‘paralelo cero’, la línea equinoccial que divide los hemisferios norte y sur.
Desde tiempos preincaicos, este punto geográfico fue considerado un centro sagrado de observación del cielo.
Ahora, con la creación del Museo de la Luna, se busca rescatar su papel como observatorio prehispánico y revitalizar su identidad ancestral.
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El equinoccio marca el inicio de una nueva era cultural
La presentación del Museo de la Luna coincidió con el equinoccio de marzo. Es una fecha clave en la cosmovisión andina que representa el inicio del nuevo año.
En esta jornada, comunidades locales se reunieron en el cerro Catequilla para participar en rituales ancestrales dedicados a la tierra y a los astros.
La ceremonia de apertura fue una celebración del vínculo entre el ser humano y el universo, eje central del nuevo espacio museístico.
“Queremos revalorizar este lugar, que no solo divide al mundo, sino que lo une”, afirmó Daniel Yepes Brito, uno de los fundadores del proyecto.
Este enfoque integrador refleja el objetivo del museo: crear un punto de encuentro entre ciencia y espiritualidad, entre modernidad y sabiduría ancestral, en plena Mitad del Mundo.
Museo interactivo entre constelaciones y saberes ancestrales
El complejo turístico-cultural incluirá un museo interactivo, zonas para acampar y áreas dedicadas al astroturismo ecuatorial.
Uno de los atractivos más destacados será la posibilidad de observar constelaciones de ambos hemisferios desde un solo punto, gracias a la ubicación privilegiada de Catequilla.
“Tenemos el privilegio de contemplar toda la bóveda celeste, y eso es una maravilla de la línea equinoccial”, explicó Yepes.
El espacio ofrecerá talleres, recorridos nocturnos y actividades educativas que permitirán a los visitantes comprender el papel de la astronomía andina en la vida cotidiana de las culturas originarias.
Cosmovitral y mujer luna: arte, ciencia y mística
Dentro del plan arquitectónico del Museo de la Luna destaca el futuro “cosmovitral”, una instalación inspirada en un vitral ubicado en Toluca, México, pero sin carácter religioso.
Esta pieza de arte proyectará sombras sobre una pileta central diseñada para alinearse con los fenómenos del equinoccio y el solsticio.
El ícono que presidirá este espacio será la mujer luna, símbolo de la feminidad cósmica y de la conexión entre ciclos naturales y vida humana.
“Lo más complejo será la construcción del cosmovitral, pero es también el alma del proyecto”, aseguró Yepes. Esta propuesta busca fusionar arte, astronomía y espiritualidad en un solo lenguaje visual, alineado con los movimientos del cielo.
Catequilla y su desarrollo sostenible desde la Mitad del Mundo
Los impulsores del proyecto, un colectivo de emprendedores ecuatorianos, tienen como visión convertir Catequilla en un modelo de desarrollo sostenible.
La zona de campamento incluirá cabañas ecológicas y rutas de interpretación nocturna.
En cada fase, se trabajará junto a las comunidades locales para garantizar que el proceso sea participativo, respetuoso y enriquecedor para todos los actores.
“Este es solo el inicio de un proyecto que queremos desarrollar en conjunto con la comunidad”, subrayó Yepes, destacando la importancia de generar empleo, formación y arraigo cultural.
El Museo de la Luna de Catequilla no solo atraerá a turistas nacionales e internacionales, sino que pretende fomentar el diálogo intergeneracional sobre el rol del cielo en las tradiciones andinas.
La línea ecuatorial: ciencia milenaria y atractivo global
La línea ecuatorial, donde se emplaza Catequilla, es un fenómeno astronómico y geográfico que ha fascinado a civilizaciones a lo largo de los siglos.
Este punto marca los momentos exactos en que el sol se alinea con el ecuador terrestre, determinando el inicio de las estaciones.
Este efecto ha sido utilizado por culturas ancestrales para construir calendarios agrícolas, celebrar rituales y comprender el universo.
Con el Museo de la Luna, Ecuador reafirma su lugar como un país clave para la observación astronómica y el turismo cultural.
Catequilla se proyecta como un faro que ilumina tanto el pasado como el futuro de la ciencia y la espiritualidad andina, posicionándose como un nuevo ícono del turismo en la Mitad del Mundo.