El aerial hoop se basa en desarrollar habilidades como las de los trapecistas. Foto: Enrique Pesantes/ El Comercio.
El arte coquetea con el ejercicio en el aerial hoop. Se trata de una práctica que toma su nombre de un aro circular que se utiliza como base para todos los ejercicios. Este aro, también llamado lira, recuerda a un hula hula, pero este es de acero y se cuelga del techo, elevando la destreza al aire.
También conocida como ‘circeaux’, esta práctica se basa en desarrollar habilidades que recuerdan a los movimientos de los trapecistas. Es muy común, por ejemplo, ver presentaciones de aerial hoop en famosos circos como el Cirque du Soleil, de Canadá, pero la tendencia ha trascendido de estos espacios hasta llegar a los estudios de fitness alrededor del mundo, donde el principal objetivo es tonificar el cuerpo.La mezcla de estática con balanceo en las diferentes posturas y poses que se hacen en el aro requieren de fuerza y flexibilidad. Estas dos pericias se pueden ganar con el tiempo a medida que se avanza con la práctica.
En el estudio Vertical Pole Fitness (Guayaquil), se dictan clases tanto de pole dance como de aerial hoop. Paola Molina, propietaria del centro, explica que todo el cuerpo trabaja en una de estas sesiones, que dura una hora. Pero el trabajo en el aerial hoop se concentra en tres zonas específicas: brazos, piernas y espalda. Es también ideal para fortalecer glúteos y piernas, y permite ganar equilibrio.
Nadia Molina, su hermana y socia, añade que el aerial hoop es también un método para fortalecer la autoestima y la parte emocional. “Cada uno se pone distintos retos, a medida que ve los resultados. Cada pose o postura que se realiza es una meta alcanzada y un motivo de orgullo”.
Una sesión de aerial hoop se inicia con un calentamiento. Es indispensable estirar los músculos para preparar el cuerpo y así evitar lesiones. Luego, la instructora realiza los ejercicios en su aro y estos son emulados por las alumnas. Algunas posturas demandan más fuerza que otras. La concentración también es clave. Esto ayuda a perder el miedo que se puede sentir por estar colgando en el aire. Ciertas poses incluyen estar de cabeza, otras, como la Peter Pan o la Walking Man, recuerdan a pasos de danza.
El portal de la academia Pole Dance Venezuela, un estudio venezolano que imparte aerial hoop, indica que el aro debe ser personalizado para cada acróbata. El diámetro debe ser igual a la distancia que existe entre las caderas y los talones.
Es un ejercicio que no tiene límite de edad, lo pueden practicar desde niñas hasta mujeres mayores. Pero no se recomienda practicarlo durante el embarazo.