Nuevos avances se registran en la tecnología para escalar muros

Uno de los voluntarios que participó en las cinco pruebas, mientras sube un edificio con paredes de cristal. Foto: Captura.

Uno de los voluntarios que participó en las cinco pruebas, mientras sube un edificio con paredes de cristal. Foto: Captura.

Uno de los voluntarios que participó en las cinco pruebas, mientras sube un edificio con paredes de cristal. Foto: Captura.

Los diminutos anfibios que suelen estar pegados a techos y paredes, especialmente en las casas de la Costa ecuatoriana, fueron motivo de inspiración para una nueva tecnología.

Científicos de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, estudiaron cómo este animal puede permanecer de cabeza, sin desprenderse y caer.

Descubrieron que los filamentos que tienen en sus patas se acoplan a las superficies y generan una fuerza de adherencia. El efecto se multiplica gracias a los minúsculos pelos que tienen esos anfibios conocidos en Latinoamérica como gekos o salamandras.

Esto fue la base para crear dispositivos que cumplan la misma función, para ser usados por los seres humanos para escalar.

“Con este sistema, y solo con 140 centímetros cuadrados de este elemento en sus extremidades, una persona de 70 kilos puede ascender una pared vertical de cristal de 3,6 metros”, señaló el líder de la investigación Elliot Hawkes, que pertenece al cuerpo docente de la Universidad estadounidense. Sus declaraciones fueron recogidas por la agencia EFE.

Los principales resultados de la investigación se publicaron en la revista especializada Journal of the Royal Society Interface, en noviembre pasado. Ahí se destaca que se hicieron cinco pruebas exitosas sin registrar fallas en los equipos.

Además, que la potencial utilidad de la tecnología va más allá de poder limpiar vidrios de los edificios o hacer fotos desde un lugar privilegiado. En el futuro se espera que pueda ser demandada por la NASA.

Así los pesados trajes que portan los astronautas podrían mejorarse y terminar con los problemas de movilidad resultado de la gravedad. La investigación se realizó con la agencia estadounidense de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa, entidad que estuvo involucrada con la creación de la Internet.

El reto principal fue lidiar con el peso del cuerpo. Los primeros dispositivos no lo soportaban y terminaban despegándose de las superficies, lo que ponía en riesgo a los voluntarios que participaron en las pruebas.

Al ahondar en las teorías del premio Nobel de Física de 1910, Johannes van der Wals, se lograron mejores resultados con los equipos. El físico holandés fue quien en su momento trabajó sobre las fuerzas que provocan la atracción o repulsión de las moléculas, conocidas como Van der Waals.

Al final lograron el objetivo. Los voluntarios escalaron 3,6 metros de alto, con los dispositivos pegados a los pies y las manos. Aunque por precaución tenían cabos adheridos al cuerpo por si fallaban.

Los científicos a cargo del experimento subieron un video a la red social YouTube. Ahí, una persona sube lentamente una pared de vidrio. El cristal tiembla cada vez que se despega la mano o el pie, antes de volver a colocarlo sobre la superficie y ascender.

Video: Youtube, cuenta: Royal Society journal supplements

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