El programa ‘Jeremy Kyle Show’ se transmitió desde el 2005 en la televisión independiente británica. Foto: Captura de pantalla
‘Jeremy Kyle Show’ fue un programa sensacionalista que se transmitió por la televisión independiente británica (ITV) desde 2005, pero que tuvo que ser cancelado tras la muerte de uno de los participantes del show. El espectáculo televisivo era un tabloide que trataba conflictos familiares en vivo, al estilo de ‘Laura en América’.
La muerte de Steven Dymond fue la razón por la que la televisora decidió sacar del aire la producción que llevaba más 14 años de transmisiones y que era el programa mañanero de mayor audiencia de ITV, con alrededor de un millón de espectadores en promedio. Dymond formó parte de uno de los programas en el que intentó solucionar su relación con su prometida Jane Callaghan, sometiéndose a la prueba del polígrafo.
Precisamente este tipo de asuntos se presentaban en ‘Jeremy Kyle Show’. Los participantes eran invitados para solucionar conflictos íntimos, pruebas de ADN y detector de mentiras, peleas con exparejas por custodia de los hijos, familias en conflicto, problemas amorosos, mala crianza de niños, adicciones y reconciliaciones; todo esto lo hacían frente a un público en vivo.
Steven Dymond decidió someterse voluntariamente al polígrafo y así solucionar sus problemas de pareja, pero no pasó la prueba. Según explicó uno de los asistentes a la grabación del programa, tras fallar la prueba el hombre cayó al piso llorando, él y su pareja lucían devastados. Dymond regresó a su casa desconsolado, llorando y días después fue encontrado muerto en su casa, explicó su casera a la BBC.
La muerte del hombre de 62 años hizo que los directivos del canal ITV decidan sacar del aire definitivamente al programa ‘Jeremy Kyle Show’ y despertó el debate sobre este tipo de producciones que buscan el entretenimiento del público mostrando temas íntimos.
Expertos consultados por la BBC califican a este tipo de programas de televisión como “teatro de la crueldad”. Uno de ellos es el psiquíatra Simon Wessely, quien concluye que estas producciones “podrán entretener a millones de personas al día pero, al mismo tiempo, lo mismo hacían los cristianos frente a los leones”.