Gabriela Pazmiño es la conductora del reality que pone a bailar a figuras de la farándula nacional. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO
Un cóctel de situaciones dramáticas, rencillas y demostraciones de baile que lo mismo inspiran críticas o risa son los ingredientes de Soy el mejor VIP, el reality nocturno de TC, que pone a bailar a figuras de la farándula criolla.
El espacio, conducido por Gabriela Pazmiño, ha tenido puntos altos de danza con participaciones como la de la bailarina Samantha Grey, hija de la desparecida cantante Sharon La Hechicera.
Tras una de sus presentaciones la etiqueta #VamosSamantha se convirtió en una tendencia de Twitter el 11 de abril, que pudo ser vista por 1 208 734 de personas, en la semana de estreno del programa.
Samantha abandonó temporalmente el reality tras sufrir un golpe en la nariz en uno de los ensayos. La bailarina Yesenea Mendoza, una de las cuatro jurados de Soy el mejor, echa en falta ese tipo de participaciones y la noche del pasado miércoles (22 de abril de 2015) dijo sentir vergüenza ajena con la interpretación del periodista deportivo Vito Muñoz. “Estoy incomoda por lo que veo”, dijo.
Yesenea Mendoza fue más indulgente con la presentación de Wacho Quimís –camarógrafo de la producción convertido en “represéntate del pueblo”-, porque reconoció que la hizo reír en su actuación como Ricky Martín. Y en ambos casos destacó el show que brindó el cuerpo de baile del programa.
Aunque Muñoz ensayó movimiento de caderas, lució ‘tieso’ en la representación del cantante estadounidense Robin Thicke, cantando Blurred Lines. “Me gusta divertirme y las prácticas de baile me mantienen en forma”, indicó el presentador, que había participado antes como jurado en el concurso televisivo.
Muñoz le recriminó a Miguel Cedeño, participante y conductor de un segmento farandulero dentro del reality, su falta de sentido de pertenencia hacia la cuadrilla de Kilates. “Miguel, en el grupo usted no es ninguna cerecita del pastel, usted hace parte de la harina de una torta”, le dijo, ante la risa de los miembros de una producción en la que participan un centenar de personas.
Cedeño es el encargado de avivar las rencillas entre los grupos y consigue que participantes se califiquen de “hipócrita de doble cara” o de “arroz con pollo”.
“Un reality es cosa seria, Soy el mejor VIP no es la excepción, requiere mucho trabajo, aunque también es un programa maravilloso, te divierte y relaja”, indicó la cantante Jasú Montero, que negó que las peleas sean solo parte del show. “Lo que puedo decir es que el día que yo me pelee será en serio”.
Suka, participante, penalizada la noche del miércoles por no presentar coreografía, aportó con la dosis de drama al programa, llorando a lágrima y moco, luego desmayándose cuando era subida a una grúa de 12 metros de altura, desde donde debía saltar al vacío.
Christian Rodríguez, el productor de Soy el Mejor, dijo que la idea de involucrar a figuras de televisión y la música en esta tercera temporada era facilitar la identificación del público con los personajes. “Buscamos que el público pueda escoger, que se pueda divertir y sufrir con otros”.