La detección de nuevas subvariantes y sublinajes del covid-19 en el mundo son una muestra de que la pandemia no ha terminado.
El sublinaje de BA.2 de Ómicron, BA.2.12.1, que fue identificado por primera vez en Estados Unidos, ya está presente en Quito y Ambato. El Instituto de Microbiología de la Universidad San Francisco de Quito notificó al Ministerio de Salud sobre este hallazgo.
Paúl Cárdenas, docente e investigador del Instituto, señala que este sublinaje es más contagioso que BA.1 y BA.2 por lo que se debe mantener la vigilancia epidemiológica y estar atentos a lo que ocurra en las próximas semanas.
Los contagios en Estados Unidos
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) estiman que esta nueva subvariante es entre un 23 y 27% más transmisible que su predecesora, BA.2 y en EE.UU., por ejemplo, a mediados de abril representaba uno de cada cinco casos nuevos.
Para inicios de mayo este nuevo linaje estaba a punto de volverse dominante en ese país con el 36,5% de todos los casos, según el registro de los CDC del fechado el 4 de ese mes.
Cárdenas menciona que el problema con BA.2.12.1, así como BA.4 y BA.5, estas dos últimas todavía no han sido detectadas en Ecuador, es que son más contagiosas y también escapan a la inmunidad por las vacunas o el contagio previo.
Una de las ventajas que hay en el país, sostiene el especialista, es que con la ola de Ómicron muchas personas se infectaron, lo que sumado a la vacunación generó una inmunidad híbrida por lo que de cierta manera hay protección.
Sin embargo, y lo que es motivo de preocupación, es que apenas un 35% de la población tiene la tercera dosis, que es la que dispara los niveles de anticuerpos neutralizantes para la inmunidad.
¿Nueva ola de casos?
Los datos del Ministerio de Salud muestran que tras el pico que provocó la variante Ómicron, en enero de este 2022, los indicadores sanitarios han decrecido de manera sostenida.
Desde la semana epidemiológica ocho, en donde se registraron 9 691, los contagios bajaron y en la semana 18 fueron 934. Para la semana 19 hubo un ligero incremento: 1 077.
Las muertes por el virus también muestran un descenso y pasaron de 253 (la cifra más alta en lo que va del 2022) en la semana cuatro, a dos en la semana 17.
Asimismo, la ocupación en centros de atención se mantiene con pocos pacientes en camas de hospitalización y unidades de cuidados intensivos tanto en la red pública como en la privada.
Para Cárdenas es poco probable que este escenario cambie, al menos inmediatamente o en mediano plazo, sin embargo, en algunos meses, cuando la inmunidad baje, muchas personas se pueden volver a infectar y generar una gran ola.
El docente e investigador Alberto Narváez, menciona que en verano, al ser una época de vacaciones, hay muchos viajes a Estados Unidos, en donde ya se detectó BA.2.12.1, lo que es motivo de alerta.
Ante ese panorama, los dos especialistas recalcan que la pandemia no termina y las medidas de cuidado se deben mantener. Entre ellas el uso de la mascarilla en lugares con poca ventilación, además del lavado frecuente de manos.
También recuerdan la importancia de completar el esquema de vacunación con las dosis de refuerzo.