EL COMERCIO entrevistó a Ruth Montenegro, madre de Valentina Cosíos niña de 11 años víctima de femicidio, miembro del grupo Vivas Nos Queremos, que participó en la rueda de prensa. Foto: EL COMERCIO
La Coalición Nacional de Mujeres del Ecuador; el Frente Ecuatoriano de Defensa Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos; el Pacto por la Niñez y la Adolescencia, y la agrupación Rescate Escolar se pronunciaron en Quito en contra de la violencia contra niños y adolescentes y reivindicaron la importancia de la educación sexual para prevenir abusos y embarazos de niñas.
En una rueda de prensa en el centro-norte de Quito, el 18 de octubre del 2017 los colectivos dieron a conocer las observaciones que el Comité de Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas efectuó al Estado ecuatoriano, una de ellas, “establecer una política nacional para hacer frente a los embarazos en la población adolescente”.
Los voceros de las diferentes organizaciones se refirieron también a la marcha del 14 de octubre del 2017, impulsada por el Frente Nacional por la Familia de Ecuador en contra de la inclusión del enfoque de género en proyectos normativos como los borradores de la ley contra la violencia a la mujer y del Código Orgánico de Salud, que se debaten en la Asamblea Nacional de Ecuador.
En este marco, EL COMERCIO entrevistó a Ruth Montenegro, madre de Valentina Cosíos niña de 11 años víctima de femicidio, miembro del grupo Vivas Nos Queremos, que participó en la rueda de prensa y cuestionó el manejo que el Frente Nacional por la Familia, que el 14 de octubre organizó la marcha ‘Con Mis Hijos No Te Metas’, ha dado a los temas de género en Ecuador.
¿Por qué participan usted y su colectivo en la rueda de prensa?
La realidad de violencia a la cual están expuestos nuestros niños en al realidad actual del Ecuador es muy alta. No solamente el riesgo de sufrir bullying, de ser abusados, de ser violados, sino incluso como sucedió con mi niña Valentina, de ser asesinados.
Tristemente vemos cómo el sistema de justicia no da respuestas efectivas.
Es por eso que como madre y por tener el acercamiento a muchas otras madres, familiares, compañeras, hermanas, hijas, abuelas, de mujeres y de niñas que han sufrido diversas formas de violencia entendemos la ley contra la violencia de género. La cual en este momento está poniendo un alto al elevado índice de situaciones de vulnerabilidad que las niñas y las mujeres ecuatorianas nos vemos enfrentadas en el día a día.
¿Cuál es su postura ante la marcha del 14 de octubre de grupos que mostraron disconformidad con esa ley?
Vemos como ha habido una intencionalidad directa de manipular la información, de desinformar a la población ecuatoriana. Padres y madres ecuatorianos, que como yo queremos que nuestros hijos e hijas crezcan libres de violencia, tanto en el sistema educativo, en la familia, en todos los ámbitos de su vida. Lamentablemente algunos grupos han tergiversado la información, han tergiversado los puntos de esta ley, y lo que han llevado es ha incitar al odio, a incitar a la violencia.
Se habla por ejemplo que nosotras como mujeres lo que queremos en nombre de derechos es meter ciertos privilegios en la ley. Tristemente tengo que decir que sí. Porque resulta que para nosotras mujeres ecuatorianas mantenernos vivas se ha convertido realmente en un privilegio. Para mi como madre se ha convertido en el día a día un privilegio despedir a mis cuatro hijos en la mañana y tener la alegría de verlos regresar en la tarde. Porque hubo una de mis hijas que salió un día y no regreso nunca más. Y hasta ahora su muerte se encuentra en la impunidad.
También, quiero decir que en relación a estos grupos se ha tomado mucho el nombre de la familia. Yo respeto a la familia. Soy parte de una gran familia. Pero, quiero decirles que lo único que se está logrando con la desinformación es que el interminable número de casos de violencia hacia niñas, hacia mujeres, hacia niños, hacia cuerpos feminizados, hacia personas de la diversidad sexual aumenten.
Yo les pido a los padres y madres ecuatorianos que no se dejen engañar. No crean al otro lado, no crean en mis palabras, pero les pido que den lugar a la duda. Que puedan revisar que muchos puntos que ahí (en la ley) se están planteando no tienen nada que ver con lo que estos grupos están manifestando. El mantenernos distantes, el mantenernos alejados, el mantenernos en la ignorancia lo único que permite es que personas con interese totalmente distintos y distorsionados manipulen a favor de determinados intereses.
Usted dijo que los otros grupos han fomentado el odio y la discriminación. ¿De qué forma? ¿Cuáles serían sus intereses?
Hemos visto como en estas últimas semanas se ha recrudecido a los grupos de la diversidad sexual. Ya de por si los grupos Glbti son discriminados en los espacios públicos. Hemos visto incluso algunos compañeros que han sido violentados, directamente agredidos físicamente y también a través de las redes sociales. Es algo que se está dando este momento.
Yo manifiesto que se está llamando al odio. Quiero ser clara en algo. Debemos tener la claridad de sobre quién cae la responsabilidad. ¿A qué me refiero? Cuando estamos hablando, cuando estamos llamando al silencio, a que una mujer que es violentada, que es agredida por su familia, por su pareja. Cuando esta mujer denuncia no lo hace en una situación de enojo. En la gran mayoría de casos lo hace después de años de haber sufrido diversos tipos de vulneración y agresión sobre su vida y la de sus hijos e hijas.
La familia como la entendemos es una familia donde prima el amor y el respeto al ser humano. Pero, si estamos llamando y poniendo la responsabilidad de que una familia se destruya porque una madre descubre que su hija está siendo abusada y violentada, y esa madre decide denunciar al agresor, alejar al agresor que comete el acto. La culpa no es ni del niño, ni de la niña que rompió el silencio. La culpa no es de a madre que está alejando al agresor. La culpa es de quien agredió. La culpa es de ese hombre que no pensó en lo que estaba haciendo. Eso debemos aclararlo porque a nombre de la familia lo único que se está es queriendo mantener el silencio.
El 80% de niños y niñas abusados en el Ecuador es dentro del entorno familiar.
Más allá de las medidas de reparación que se ven reflejadas en los proyectos de ley, ¿qué le hace falta al Estado en cuestiones de prevención? ¿Qué rol toma el enfoque de género?
Mi criterio personal. Tenemos algunos puntos avanzados en la ley tal como está. Pero lo que creo y anhelo es que esa ley descienda y se haga carne en nuestras vidas, en las vidas de quienes hemos sufrido algún tipo de violencia.
Hay muchas cosas que en este momento se están estudiando en al nueva ley, y que incluso son interesantes. ¿Por qué estamos hablando de una ley en contra de la violencia de género? Porque queramos o no, sí realmente los femicidos son delitos de odio en contra de nosotras como mujeres.
Un alto porcentaje de situaciones de violencia se dan de parte del hombre hacia la mujer. No digo que no habrá cifras de mujeres agrediendo a hombres. Pero el mayor porcentaje es de hombres agrediendo a las mujeres. ¿Por qué se da está situación? Porque la violencia está interiorizada, naturalizada. Por eso es importante enseñar a los niños desde pequeños a que no hay diferencia. Hombres y mujeres tenemos lo mismos derechos, las mismas posibilidades.
Desde pequeños ya direccionamos a nuestros hijos a ciertas actividades. Desde ahí ya estamos marcando una tendencia: ‘El niño no llora, es fuerte, no expresa sus sentimientos’. Ahí, a ese niño le estamos vulnerando su derecho a ser sensible a demostrar su humanidad. La niña en cambio es la tierna, la dulce. A medida que vamos creciendo cada vez esas diferencias se hacen más grandes.
En el caso de Johana C. las vecinas no hicieron nada al ver como era agredida porque dijeron ha de ser problema de pareja. Esta situación se repite en otros casos. Si vemos que una mujer es violentada no nos metemos porque el marido debe tener derecho sobre la vida y el cuerpo de esa mujer. Eso ni puede seguir pasando, también tenemos derechos.
En la rueda de prensa se dijo que el Estado debe hacer algo ante los casos de embarazos forzados. ¿Qué se debe hacer en los casos de abortos forzados?
Estamos hablando de que el 80% en el país de las violaciones y de los abusos que se dan es en el ámbito privado. Estamos hablando también de que un alto porcentaje de embarazos de niñas y de adolescentes es producto del incesto. Entonces creo que la sociedad debe hacer la pregunta de ¿qué estamos haciendo frente a esta situación? ¿Qué respuesta estamos dando como familias frente a esta situación? ¿Qué es lo que vamos a hacer ahora? Que tenemos la oportunidad de a través de la ley trastocar esa realidad para muchos de esos niños y niñas.
El Frente Nacional por la Familia dice que iban a solicitar mesas de diálogo con las autoridades, y si no son escuchados pedirán las renuncias de los ministros de Educación y Salud. En su caso, que están dando las observaciones de la Comisión de Derechos del Niño de la ONU, ¿qué acciones tomarían si no son atendidos?
Esta es una lucha que la llevamos haciendo toda una vida. Mi objetivo como como madre es un mañana mejor para mis otros cuatro hijos. Y que el dolor que viví como madre no se repita para ninguna otra madre. El camino es organizarnos. Es por eso que estamos aquí distintos colectivos. Organizaciones e individualidades también, sumando esfuerzos para generar conciencia. Para a los ecuatorianos darles la otra parte, para que sean ellos quienes decidan.
También, creemos que es necesaria la movilización. Si vemos que hay cosas dentro de las leyes, de lo que se está debatiendo, que no está , que no atiende, que no respeta nuestras necesidades, que está violentando nuestros derechos.
Por ejemplo, ayer, hicimos una acción simbólica: la alfombra roja. Nosotros con nuestros cuerpos, que representan nuestra vida, le quisimos decir al pueblo ecuatoriano, a estos grupos que no están entendiendo, al Estado, que están pisoteando nuestros derechos. Al pisotear nuestros derechos están pisoteando nuestras vidas.
En ese mismo momento de la alfombra roja, en la rueda de prensa del Frente Nacional Por la Familia había una persona que dijo ser un activista Glbti. Él mostró su malestar y se generaron roces. ¿Cuál es su postura ante esos actos?
Puedo responder por mis actos. Lo que puedo decir es que nosotros como colectivos y organizaciones tenemos una postura. Nuestra postura como se vio fue una acción silenciosa, ni a buscar pleito. Simplemente fue una acción silenciosa, en al cual pusimos nuestros cuerpos para demostrar que están pisoteando nuestros derechos.
Sobre la otra acción, mal podría responder porque no estuve ahí.