Varios estudios han señalado que entre la fase de enamoramiento y la de estabilización de la relación, una persona puede ganar peso. Así lo sugiere una encuesta sobre los hábitos alimenticios realizada por la startup Squikit, esta determina que una relación promovería el aumento de hasta siete kilos.
Casi la mitad de los encuestados (47%), coincide en que la hora de la comida es una oportunidad para reunirse, intercambiar y divertirse. Esto sería aún más válido cuando se está en una relación, ya que el 57,9% de las personas que cohabita se asegura de cenar todas las noches con su otra mitad.
La empresa norteamericana OnePoll encuestó a un total de 2 000 personas que mantenían relaciones sentimentales. Tres de cada cuatro entrevistados afirmaron haber ganado peso desde que habían conocido a sus parejas: la mitad de ellos durante el primer año.
Los hombres resultaron ser más propensos que las mujeres a engordar durante el primer año: siete de cada diez hombres confesaron haber aumentado su peso en ese tiempo frente al 45% de las mujeres.
Razones por la que se sube de peso
El dietista-nutricionista Pablo Zumaquero en su libro El lunes ya empiezo la dieta explica que las personas que no tienen definido su estética son los que empeoran sus hábitos durante una relación.
Esto debido a que pueden comer fuera con más frecuencia o pedir más comida para llevar y adoptar hábitos más sedentarios, agrega Angel Planells, un nutricionista dietista registrado con sede en Seattle, EE.UU.
Así se encarrila los hábitos saludables
Los expertos señalan que hay formas para mejorar los hábitos en pareja, estos son:
- Enfocarse en los buenos hábitos: Simplemente hay que seguir lo que siempre ha hecho y reconocer que una alimentación saludable lo hace sentir mejor.
- Priorizar una comida casera: Salir a cenar y probar nuevos restaurantes puede ser realmente divertido, pero si se está yendo de las manos, es hora de volver a familiarizarse con la propia cocina.
- Retomar el gimnasio: la nueva pareja puede ser reacia a ir al gimnasio y, honestamente, no es una misión arrastrarla a ir. En su lugar, concentrarse en el propio comportamiento. Otra táctica es planificar salidas más activas, incluyendo ir de excursión o andar en bicicleta.
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