La liberación de los 15 primeros pichones de pinzón de manglar nacidos en cautiverio marca el inicio de un proyecto queayudará a alejar a esta pequeña población de pinzones de la extinción. Foto: Ministerio del Ambiente
15 pichones de pinzón de manglar nacidos en cautiverio fueron liberados en su hábitat natural, después de permanecer bajo el cuidado de expertos por cuatro meses. Esta ave es endémica de Galápagos y su hábitat se ha establecido en la isla Isabela, específicamente en la zona conocida como Playa Tortuga Negra. Así lo informó el Parque Nacional Galápagos a través de un boletín.
Después de que los pichones pudieron alimentarse por sí mismos fueron trasladados a los aviarios de preliberación ubicados en el bosque de manglar de la Playa Tortuga Negra. Para motivarlos a actuar como si estuvieran en libertad, se adaptaron las jaulas para que tuvieran condiciones similares a su ecosistema natural- se colocaron troncos, hojarasca y semillas de mangle negro con orugas.
Los cuidadores de las pequeñas aves adaptaron las jaulas para que se asemejaran a su hábitat natural. Foto: Ministerio del Ambiente
Cuando los recién nacidos cumplieron entre cuatro y seis semanas de poder alimentarse solos, los técnicos a cargo de su cuidado abrieron los aviarios para que las pequeñas aves salieran por su cuenta. Los primeros en salir fueron los siete individuos mayores y posteriormente se liberaron a los que restaban.
Durante un mes los aviarios permanecieron abiertos para acoger a los pichones por si lo necesitaban. Antes de introducirlos en su hábitat se les colocó un transmisor de 0.03 gramos para que los científicos y cuidadores pudieran rastrear sus movimientos.
La conservación de los pichones de esta especie se ha visto afectada por la presencia de la mosca Philornis dowsni, la misma que se alimenta (en su estado de larva) de la sangre de esta aves impidiendo su supervivencia. Según explicó Francesca Cunninghame, científica de la Fundación Charles Darwin (FDC), es la especie de ave más amenazada de las Islas Galápagos.
Los pichones de pinzón de manglar liberados lucen un pequeño transmisor de 0.03 gramos que permitirá a sus cuidadores monitorearlos. Foto: Ministerio del Ambiente
El nacimiento de los 15 pichones y su posterior liberación representan un gran avance para su preservación ya que hasta inicios del 2014 la población de este tipo de ave se estimaba entre 60 y 80 individuos.
En este sentido el Ministerio de Ambiente a través de la Dirección del Parque Nacional Galápagos, la FDC y el Zoológico de San Diego, tienen listo un plan para preservar el pinzón de manglar. Lorena Tapia, ministra del Ambiente explicó- como se cita en el comunicado- que “esta Cartera de Estado ha enfocado la mayor parte de sus esfuerzos en restaurar poblaciones que se han visto seriamente amenazadas”.