Mayores condiciones de vulnerabilidad viven niñas, niños y adolescentes frente a los efectos sociales de la pandemia, concluyó un estudio realizado por la organización World Vision y difundido este junio 2021.
Por ejemplo, Salomé Vacacela, de su equipo de investigación, explicó que un 27,7% de los hogares con niñas y niños menores de 5 años no accedió a vacunas infantiles debido al desabastecimiento de la pentavalente y otras como la de la polio, fiebre amarilla e influenza, en 21 provincias.
Estos datos son parte de los resultados del Diagnóstico sobre la situación de los derechos de niños y adolescentes en el Ecuador, antes y después de la declaratoria de emergencia por covid-19.
Las cifras se recogieron de la revisión de informes, reportes y encuestas de organismos internacionales, regionales y nacionales. Además de registros administrativos y entrevistas.
Se organizaron, dijo el ente, en función de los cuatro grupos de derechos consagrados en la Convención sobre los Derechos del Niño: Supervivencia, Desarrollo, Protección y Participación.
El cierre de las escuelas, dijo Vacacela, incidió en el abandono escolar, por la deficiencia de la educación virtual, si se calcula que entre 80% y 90% de hogares de los niveles bajo y medio bajo, accede a las clases mediante un celular. En el país se vive el inicio de un retorno progresivo y voluntario a las clases presenciales en 1 301 instituciones educativas, que acogen a cerca de150 000 alumnos. El énfasis está en las zonas rurales, con poco acceso a conectividad.
El estudio de World Vision señala que solo 37% de hogares en el país cuenta con Internet para recibir clases virtuales. Y solamente la mitad de niños menores de 5 tiene un libro, cuento o revista.
Sin embargo, los niños y adolescentes han enfrentado más problemas durante el confinamiento. Estudios de World Vision concluye que 30,7% de esos hogares considera que durante la pandemia el nivel de conflictividad en casa se incrementó. Cuatro de cada 10 niños y adolescentes se sintieron muy angustiados o tensionados, por lo que requieren de ayuda psicológica.
Entre las recomendaciones técnicas de esta ONG consta la reapertura de escuelas y centros de desarrollo infantil de manera segura y progresiva.
Desde el lunes 7 de junio, 944 planteles empezaron con la aplicación de sus planes piloto.
El 13,7% (130) se encuentran en Pichincha, por debajo de Orellana (152), Loja (150) y Morona Santiago (146).
El viernes, la ministra María Brown informó que 128 planteles se sumaron a los 1 301, que ya tenían autorización del COE Nacional, para el uso de sus instalaciones. Brown ha recalcado que ninguna institución educativa puede obligar a los alumnos a volver a las aulas; deben garantizar el acceso a la educación.