6 de cada 10 personas que mueren por covid-19 en Ecuador tienen más de 65 años. ¿Qué aspectos influyen?

En el sur de Quito se instalaron carpas para triaje y pruebas rápidas de covid-19. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

En el sur de Quito se instalaron carpas para triaje y pruebas rápidas de covid-19. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

En Quito se instalaron carpas para triaje y pruebas rápidas de covid-19. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Las personas con mayor riesgo a contraer el coronavirus y morir por esta infección son los mayores de 50 años. Esta tendencia se mantiene desde el inicio de la pandemia.

Las cifras oficiales de Ecuador muestran que de 8 955 fallecidos confirmados y probables de covid-19, el 59% tenían más de 65 años de edad, hasta este 26 de julio del 2020. Es decir, seis de cada 10 personas de la tercera edad perdieron la batalla contra del letal virus.

Los hombres son quienes más sucumben a estas edades, pues representan el 65%.

Otro grupo etario importante es el que oscila, entre 50 y 64 años de edad, pues tres de cada 10 también están falleciendo, en los hospitales, casas y otros sitios. En este grupo, los hombres suben al 70%.

Hay tres aspectos que están influyendo en la mortalidad en estos rangos de edad y merecen la atención, pues son los que saltan a la vista en las casas de salud y sus unidades de cuidados intensivos.

El primer aspecto y del que más se ha hablado a escala mundial está relacionado con las coinfecciones, comorbilidades y males metabólicos.

La predisposición de una persona a contraer el virus y agravarse es mayor en quienes tienen infecciones previas, como el VIH o la tuberculosis o comorbilidades, entre ellas, cáncer, diabetes, hipertensión.

Otros candidatos a que la enfermedad sea severa y llegue a la muerte si no se trata a tiempo son quienes presentan obesidad o sobrepeso; consumen drogas, alcohol y tabaco, de forma moderada y alta.

Un segundo aspecto es que no todos las personas de la tercera edad acceden a los servicios de salud, ya sea porque están en zonas alejadas o no tienen cobertura de la seguridad social.

El epidemiólogo e investigador, Jhonny Real, explica que esto hace que llegue a los centros de salud de forma tardía (10-12 días después del primer síntoma).

El virus ataca a este tipo de pacientes produciendo un daño al nivel de los alveolos pulmonares, que produce fibrosis, lo cual impiden que puedan respirar. En esta fase severa pulmonar es más difícil controlar.

Real cree que el covid-19 no debe tratarse en el hospital sino captar al virus en las zonas más afectadas con testeos a personas en riesgo de contraer la infección y cortarla en la fase inicial. "Hay que volver a la atención primaria de salud para contactar a los enfermos y darles el tratamiento y control que amerite...", enfatiza.

El tercer punto y uno de los más persistentes es la percepción equivocada de la enfermedad. Frases como: "si voy al hospital voy a morir", "no tengo nada solo es un malestar general... ya se me pasa".

Lo cierto es que el virus se replica en el organismo a medida que empieza el primer síntoma, ya sea fiebre, dolor de garganta, malestar, cansancio y se mantiene durante varias horas. Esto demanda atención médica inmediata.

¿Qué pasa con los más jóvenes?

El grupo de 20 a 49 años es el tercero en la estadística de mortalidad con 949 fallecidos confirmados y probables, hasta este 26 de julio. Esto significa que uno de cada 10 está muriendo con la enfermedad. Pero, además, son los que más se contagian a escala nacional.

Para Real, los jóvenes se agravan porque no toman ningún tratamiento sintomático y medidas de bioseguridad (mascarilla, lavado de manos y distancia). "No toman medicamentos, son renuentes a ir a una unidad de salud, hay indisciplina social y es el grupo que están afectando a los mayores de 20 y menores de 50 años de edad".

Al igual que en los dos rangos de edad anteriores, en este los hombres son los que más mueren (70%).

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