Jóvenes con discapacidad auditiva se graduaron este viernes 26 de julio del 2019. Foto: Yadira Trujillo / EL COMERCIO
Las manos arriba, en paralelo y moviéndose en su propio eje, significaron miles de aplausos en lenguaje de señas. Así se despedieron este viernes 26 de julio del 2019 los bachilleres de Educación Especializada, del ciclo Sierra y Amazonía 2018-2019. En total 29 jóvenes con discapacidad auditiva obtuvieron su título de bachiller, en medio de un emotivo evento.
“Felicidades, Dios te bendiga”, dijo en ese mismo lenguaje, Diana Erazo, madre de Nicole, una de las nuevas bachilleres, mientras le colocaba una distinción por su buen promedio. La joven estudió en la Unidad Educativa de Audición y Lenguaje Enriqueta Santillán.
“Con amor podemos cumplir nuestros sueños, el verdadero significado del amor lo comprendimos en las aulas”, dijo la recién graduada, en el lenguaje que utiliza para comunicarse con sus compañeros de la institución.
El Enriqueta Santillán y el Miguel Moreno Espinosa son los únicos dos centros de Quito con bachillerato y específicamente para chicos con discapacidad auditiva. Este viernes, 102 jóvenes obtuvieron su título de bachiller en el régimen especializado.
En la capital hay otras cuatro instituciones que son parte del programa de Educación Especializada, que reciben a muchachos con otras discapacidades como la intelectual, psicosocial y multidiscapacidad.
Aproximadamente 1 200 estudiantes asisten a estos centros en Quito, mientras que en el país se atiende a 8 234 estudiantes con discapacidad en 108 instituciones de educación especializada.
El coro de la Unidad Educativa Miguel Moreno Espinosa interpretó el sentido tema de Diego Torres, ‘Color Esperanza’. Los chicos llenaron de alegría al auditorio del Ministerio de Educación e invitaron a las autoridades educativas a compartir el escenario con ellos durante su interpretación. También se vio al grupo de danza del centro Enriqueta Santillán, con una presentación de Tango.
La subsecretaria de Educación Especializada e Inclusiva, Isabel Maldonado, dijo que se trabaja en el fortalecimiento de este tipo de educación. Hace 10 años, asegura, había menos instituciones. En ese tiempo, añade, chicos con diferentes discapacidades asistían a una misma institución.
“En un aula había niños con discapacidad auditiva, visual, intelectual. Entonces las clases no eran bien organizadas”. Actualmente se han separado las instituciones, de acuerdo con cada discapacidad, a escala nacional.
Los docentes que educan a los chicos que asisten a instituciones especializadas son pedagogos expertos en necesidades educativas, asociadas o no a la discapacidad, indica Maldonado. En otras instituciones, los maestros manejan la lengua de señas.