Los estudiantes protestan porque los estipendios pasarán de USD 591 a 394. Foto: cortesía estudiantes de Medicina.
Quieren trabajar, pero rechazan la reducción anunciada por el Gobierno para el estipendio de los internados rotativos de los estudiantes del sector de la salud. La mañana de este 1 de septiembre del 2019, un grupo de estudiantes de las universidades Católica, UTE, UDLA, Central, Internacional y de Chimborazo llegaron al hospital Carlos Andrade Marín (HCAM), pero no se quedaron a su primera rotación en la casa de salud del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social.
Los estudiantes protestan en varias ciudades del país porque los estipendios pasarán de USD 591 a 394 La medida afecta a estudiantes de último año de Medicina, Enfermería, Obstetricia y Nutrición, quienes deben cursar un año de internado rotativo antes de graduarse y continuar con la rural.
Francis Espinosa está asignado a ese hospital y debería empezar su trabajo el lunes 2 de septiembre. Sin embargo, debido a la preocupación sobre lo que ocurrirá con los estipendios, acompañó a sus compañeros que debían presentarse hoy a las 07:00 y relata que los bloquearon en las puertas. “Nos dijeron que no podíamos ingresar si no firmábamos el contrato. Esperamos afuera un momento, nos dijeron que querían conversar con nosotros y ahí nos volvieron a mencionar lo mismo. Entonces con todos los compañeros decidimos no firmar y nos retiramos”.
Según el joven estudiante de la Universidad Central, el nuevo grupo de internados está formado por 150 jóvenes que rotan en distintos horarios. Como no sabían lo que iba a pasar, decidieron ir todos al hospital. Algunos internos leyeron el documento que les pedían firmar las autoridades del HCAM y verificaron que en el contrato constaba la reducción anunciada por el Gobierno.
Los internos creen que, si así empezó con la rotación en el HCAM, ocurrirá lo mismo con el resto de hospitales. A pesar de lo ocurrido, él se presentará mañana a la guardia que le correspondía. “Voy a ir porque quiero cumplir con mi trabajo, estudiamos esto porque tenemos vocación y nos debemos al servicio a la comunidad. Pero si no nos permiten el ingreso, igual estaremos afuera para que vean que nuestro compromiso continúa”.
El grupo protagonizó esta mañana una marcha desde el HCAM hasta El Arbolito “para que la gente se dé cuenta del atropello al sector de la salud que se está haciendo. Caminamos hasta la Patria y 6 de Diciembre y llegó la Policía y nos desplazaron”, relató.
Ahora, estudiantes de varias facultades de Medicina del país y de alumnos de otras carreras como Nutrición, Obstetricia y Enfermería se organizan a escala nacional para continuar con sus reclamos. Según Espinosa, hasta el momento han conseguido apoyo de autoridades de las universidades UTE, Central y Católica y esperan conseguir más en los próximos días.
La Asociación Escuela de Medicina de la Universidad Central y otras cuentas en redes sociales difundieron un video en el HCAM en donde una persona anuncia a los estudiantes que solo podrían trabajar quienes firmaran un documento. “No es mi disposición, es del señor gerente”, les dice y cuando se niegan, les responde: “entonces tienen que retirarse”.
La Asociación de Estudiantes de la Salud del Ecuador emitió un comunicado en el que señala que “no se firmará ningún contrato hasta que no exista la derogatoria oficial del acuerdo interministerial MDT-MSO 345“, pero que todos asistirán a sus respectivos servicios y si es que les niegan el ingreso, cesarán todas las actividades asistenciales y turnos en las casas de salud. Si les permiten entrar, mantendrán su trabajo en los turnos en servicios críticos hasta nuevo aviso, reza el texto.
También la Coordinación del Internado de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador envió una circular el 30 de agosto pasado a los coordinadores de docencia de 16 hospitales en la que comunicaban que los internos de esa universidad mantendrían “actividades coordinadas por los internos de todas las facultades de Medicina del país para lograr un estipendio justo” y subrayaba que no se puede negar a los estudiantes su derecho a disentir con las decisiones que perjudican su estabilidad.