Alba Urquizo, gerente de Vacunamed, coloca la dosis de influenza a María Malán, en el este punto médico privado del norte de Quito. Valeria Heredia / EL COMERCIO
Desde la semana anterior, en planteles educativos, en hogares y en redes sociales se comenta sobre un posible rebrote de casos de influenza en el país. Circuló, por ejemplo, una captura de pantalla de un comunicado de un colegio privado de Guayaquil, en el que se afirmaba que había 17 casos de chicos con esta infección. Y, ayer miércoles 25 de diciembre del 2019, el asambleísta de Suma, Sebastián Palacios, señaló que le diagnosticaron esta patología.
“Con la novedad de que tengo influenza tipo A, por favor tengan mucho cuidado y vacúnense! La epidemia está fuerte”, escribió en su cuenta de Twitter.
El Ministerio mantiene dos recomendaciones para evitar un aumento de diagnósticos: lavado de manos y el uso de gel antibacterial. Y la campaña de vacunación a grupos poblacionales prioritarios: niños menores de cinco años, personas con discapacidad y con enfermedades crónicas (asma, diabetes u obesidad), adultos mayores, privados de la libertad, personal de salud y embarazadas.
En total se tiene previsto inmunizar a 4,7 millones de personas, por lo que la Cartera del ramo ha destinado USD 12 millones para la adquisición de las vacunas. Las dosis se colocan en los centros de salud, en todo el país. También se las encuentra en puntos médicos privados.
Vacunamed, ubicado en el sector de la América, en el norte de Quito, cuenta con dosis para evitar la influenza. Con ella se protege de cuatro cepas: tipo A, B, H1N1 y H3N2.
Cada año -señala Alba Urquizo, gerente de Vacunamed– se adquiere la dosis para prevenir esta enfermedad que afecta el sistema respiratorio. Cuentan con 40 000 que se colocan, principalmente, a personal de empresas o establecimientos educativos de todo el país.
En este año llegaron a partir del 20 de diciembre del 2019. Su costo alcanza los USD 17,50. Pero, en el caso de campañas, el precio es de USD 11.
Urquizo también mencionó que no hay una reacción adversa, luego de la vacunación. Pero la persona que está con bajas defensas y con los primeros síntomas o cualquier tipo de gripe sí presenta dolor corporal o de cabeza.
María Malán tiene 58 años. Ella es auxiliar de limpieza de este punto médico y se vacunó la tarde de este jueves 26 de diciembre del 2019. Lo hizo porque está dentro del grupo de población prioritaria, es decir, personal que trabaja en el sector salud.
Al estar en contacto con quienes tienen problemas respiratorios, esta trabajadora debe estar protegida para evitar enfermedades que afecten su salud, mencionó.
Este Diario envió un pedido de información al Ministerio de Salud, el 18 de diciembre del 2019, para conocer si hay un brote de influenza. Pero hasta este jueves 26 de diciembre no hay respuesta oficial. En torno al tema, el Departamento de Comunicación envió esta mañana un audio, en el que Adriana Echeverría, gerente Institucional del Programa Ampliado de Inmunizaciones, señala que “la influenza es estacional y tiene picos durante el año (de diciembre a febrero y de agosto a octubre). En noviembre hubo solo 24 casos. Es menos que el anterior año. Están dentro de lo esperado. No hay alerta de epidemia o brotes. Los casos se dan por la época fría”.
Para que se considere una epidemia -explicó Echeverría- el número de casos debe aumentar de forma súbita, es decir, más allá de lo esperado para el mes y época. “Si cumple con ello, la Dirección de Vigilancia analiza y emite una alerta”.
En el periodo 2018-2019 hubo 365 casos de influenza. Una cifra superior se reportó entre 2017 y 2018, con 1 365 diagnósticos. Solo en este 2019, entre abril y noviembre, hubo 58 diagnósticos.