La Asamblea Nacional fue el punto de encuentro de grupos que se manifestaron tanto en contra como a favor del proyecto de Ley del aborto en caso de violación, que no fue aprobado por el Pleno este jueves 17 de febrero de 2022.
De un lado, mujeres desnudas y maniatadas gritaban “al cómplice, al asesino, al violador”. Sillas vacías y zapatos rojos de las que ya no están. Armadores como símbolo de las consecuencias del aborto clandestino e historias de mujeres y niñas violadas que no pudieron acceder a un aborto legal y seguro, escritas en papel blanco.
Del otro lado rezan el Padre Nuestro y el Ave María. Religiosas visten sus hábitos; hay rosarios, biblias, pañuelos celestes y carteles con imágenes de bebés, en las manos de los grupos ‘provida’.
Grupos en rechazo al proyecto de Ley
“Mi vida está en tus manos, Asamblea no me mates”, “señor Presidente, no permita el cruel genocidio del aborto”, son algunos de los mensajes que estas organizaciones llevaron al exterior de la Asamblea. ¿Su pedido? Que ninguna ley de aborto para víctimas de violación sea aprobada en el Pleno.
Esto, pese a que la interrupción del embarazo en estos casos ya está despenalizada desde la sentencia de la Corte Constitucional, en abril del 2020. Diana Bravo, representante de Quiteños Provida señala que continuarán defendiendo la vida desde la concepción.
Señala que rechazan cualquier ley que dé paso al aborto, aunque este sea para víctimas de violación. En su lugar, Bravo dice que apoyan la creación de un registro de violadores, contemplado en la Ley Revaas, que fue declarada inconstitucional en el 2019.
Defensa al aborto en caso de violación
Las organizaciones de mujeres manifestaron su rechazo a ambos informes de la Comisión de Justicia para la votación del proyecto de Ley de aborto por violación. Señalan que ambos incumplen con la sentencia de la Corte Constitucional, al no poner en el centro a las víctimas.
“Jahaira sobrevivió a una violación grupal a los 45 años. Tuvo que huir de su ciudad y descubrió el embarazo cuando empezó a notar que su panza crecía”. Es una de las historias que se colocaron en las vallas de la calle Piedrahita. También se escuchó: “la Asamblea es un juez que no escucha nuestra voz; y nuestro castigo, parir el fruto de un violador”.
Verónica Vera fue parte de una instalación simbólica que representó la maternidad forzada para víctimas de violación. “Estamos aquí en representación de todas las mujeres violadas, de las niñas que son sobrevivientes de violación. La Asamblea va a darnos la espalda una vez más al aprobar una Ley de acceso a la interrupción voluntaria del embarazo que es limitada y que deja por fuera a las más vulnerables, que nos va a forzar a la tortura de la clandestinidad”, enfatizó.
Desde que se despenalizó el aborto por violación hasta enero de este 2022, la organización de derechos Surkuna acompañó a víctimas de violación para que accedan a la interrupción legal del embarazo. En promedio, el 88% de sobrevivientes no habrían podido acceder con los plazos que plantean los informes de mayoría y minoría.
De acuerdo con los datos de la organización, un plazo de 16 semanas (informe de mayoría) para acceder al aborto impediría que acceda el 28,6% de mujeres mayores de 18 años en condiciones de vulnerabilidad. También el 80% de mujeres de pueblos y nacionalidades indígenas y afrodescendientes. Y el 78,6% de niñas y adolescentes entre 10 a 18 años.
Asimismo, con un plazo de 6 semanas para acceder al aborto por violación (informe de minoría) quedaría fuera de la posibilidad de acceso el 92,9% de niñas y adolescentes entre 10 a 18 años y el 100% de mujeres y personas gestantes mayores de 18 años.