Diego Reyes es atendido por los médicos Luis Hallon (mandil blanco) y Carlos Mantilla. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO
Un pequeño balón se infla al llegar a una vena pulmonar. Fue introducido en el corazón por un diminuto catéter y sus bordes alcanzaron -50°C. Esa acción aisló automáticamente la falla eléctrica que causaba latidos acelerados.
Este procedimiento es la crioablación, una cirugía que utiliza bajas temperaturas para frenar los impulsos eléctricos generados por la fibrilación auricular, la arritmia cardiaca más frecuente en el mundo.
“Esta arritmia nace en las venas pulmonares y desorganiza el corazón. Es la más común porque la población envejece”, explica el cardiólogo electrofisiólogo Luis Hallon, del Hospital Luis Vernaza de la Junta de Beneficencia de Guayaquil.
Esta casa de salud aplicó la crioablación por primera vez en sus instalaciones a fines de noviembre y suma más de 10 operaciones. Otras dos clínicas en Quito y Cuenca también la realizarán próximamente.
Las arritmias surgen cuando los impulsos eléctricos que coordinan los latidos no funcionan de forma adecuada. Esta patología generó 3 701 hospitalizaciones en 2018, según datos del INEC; por fibrilación auricular hubo 1 409 casos.
El cardiólogo Hallon indica que los primeros beneficiarios de la nueva tecnología han sido pacientes derivados por el Ministerio de Salud y por el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, entidades que asumen el costo aproximado de USD 30 000 por cada cirugía.
Mónica Smith, de 52 años, es parte de ese grupo. Los fármacos que tomaba para la arritmia ya no lograban controlar los 180 latidos por minuto que aparecían súbitamente. El valor normal varía entre 60 y 100 latidos por minuto.
Mareos, desmayos, debilidad y dificultades para respirar son algunos síntomas de la fibrilación auricular. Este defecto se produce cuando las dos cavidades superiores del corazón (aurículas) laten de manera caótica en relación con las dos cavidades inferiores (ventrículas). Su origen, indican los especialistas, está en las venas pulmonares.
Durante la crioablación se utiliza óxido nitroso. Este gas extremadamente frío aísla, al contacto con la vena, los impulsos eléctricos que producen la arritmia, sin bloquear su flujo sanguíneo.
El procedimiento es mínimamente invasivo. En quirófano, el paciente es anestesiado y a través de una ligera punción en la ingle se ingresa un catéter por la arteria femoral. Las imágenes captadas por un angiógrafo permiten seguir el trayecto hacia el corazón.
El cardiólogo Hallon indica que esta técnica puede tomar dos horas. Además, afirma que es más segura y el paciente puede volver a casa al siguiente día, con pocas molestias.
Carlos Mantilla, también electrofisiólogo del Vernaza, explica que la cirugía puede tomar dos horas y es más segura porque no hay riesgo de perforaciones. Esto en relación a la ablación por radiofrecuencia, procedimiento tradicional que aplica elevadas temperaturas (hasta 70°C), para realizar milimétricas quemaduras en el perímetro de la vena.
La fibrilación auricular puede generar trombos o coágulos. Si llegan al cerebro son la causa de accidentes cerebrovasculares o hemiplejías. “Por eso es necesario que los adultos mayores mantengan chequeos cardiológicos, por lo menos una vez al año”.
En Ecuador, las patologías cardíacas son la primera causa de las muertes.