Platos tradicionales de Guayaquil se ofrecen en los estands del Centro de Convenciones. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO
Años de historia y de sazón. Ese es el ingrediente común entre las huecas guayaquileñas, que participan en la feria Raíces 2015.
Son recetas heredadas por generaciones, que cautivan a los comensales con su sabor criollo. Desde el viernes, el Centro de Convenciones de Guayaquil se ha convertido en una gran hueca con 41 locales.
Caldo de bolas, cangrejos criollos, lisas asadas, cebiches, guatita, jugo de coco, llapingachos, tortillas de verde, morocho… El menú es largo y para todos los gustos.
Sánduches Don Pepe es el sello de la familia de José Pérez. Es una de las huecas más antiguas de la ciudad, con casi cinco décadas de historia que comenzó en un pequeño quiosco. Hoy, Pérez mantiene viva la tradición del sánduche de chancho con pan enrollado, cebolla curtida y cueritos.
Dulcería La Palma también es parte de esta galería de historia gastronómica. Por 106 años ha rescatado la tradición de los bocadillos guayaquileños, con recetas españolas que se fusionaron con las costumbres locales. Pastelillos, tartaletas, borrachitos, aplanchados… Por USD 0,25 se puede disfrutar de un abreboca porteño.
Otras huecas nacieron en una carreta, como Mr. Morocho. Luis Calderón, su propietario, recuerda que era 1988 cuanto recorría el parque La Victoria, ofreciendo vasitos de morocho, en una olla rebosante. Esta historia sigue en las calles de Guayaquil, donde nacen los sabores.