En la Unidad Femenina Spellman, estudiantes participaron en coreografías. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Los villancicos resuenan en el ambiente. Hay dulces para compartir y las aulas que todo el año permanecen decoradas con mapas, tablas de multiplicar y carteles explicativos se llenan de adornos en rojo y verde. Las clases se centran en desarrollar valores como la solidaridad y la empatía.
Por estas festividades, los planteles enfocan sus agendas en unir a las familias y en que los chicos sean los protagonistas de diversidad de eventos.
“Lo más importante es que los alumnos vean a la Navidad, más allá de los regalos, como la oportunidad para compartir entre ellos, con sus padres y profesores”, menciona Firelly Carrera, docente de la Unidad Educativa Cardenal Spellman, en el norte de Quito.
Para Milena, de 16 años, es la temporada para reunirse con su familia, ya que viven separados. También, para compartir y hacer actividades divertidas como armar pesebres, disfrazarse, jugar al amigo secreto y cantar villancicos.
El lunes 17 de diciembre de 2018 vistió un disfraz de reno para interpretar una canción con un mensaje de solidaridad. Lo hizo con sus compañeras de segundo de bachillerato, en el festival de Navidad.
Jorge Recalde es el padre de Micaela. Vio el show musical en el que participó su hija, que cursa el séptimo grado. Esos espacios -destacó- permiten que el niño aprenda sobre la importancia de ser solidario. “De forma divertida entienden el mensaje de la época”.
Concursos para premiar al mejor nacimiento, novenas, festivales musicales y de comida forman parte de las actividades en los planteles.
En el Spellman, las estudiantes también idearon iniciativas como el ‘termómetro solidario’. Consistió en recolectar víveres, para donar a vendedores ambulantes y personas que viven en albergues. Otro grupo juvenil llamado Colmena organizó un agasajo para 45 niños que pasan las tardes en el Mercado de Santa Clara.
En el Johannes Kepler se intentó hacer que los alumnos vivan la esencia de la fecha: compartieron un pícnic navideño con sus padres.
En el Colegio Johannes Kepler, padres e hijos son parte de los coros navideños. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Solidaridad es el sinónimo de Navidad para Frances Chávez, de 12 años. Considera que, además de juntarse con familiares y amigos, hay que buscar acercarse a personas que viven otras realidades.
Ella vivió la experiencia la semana pasada, cuando niños del sector donde se ubica el colegio los visitaron. Jugaron y compartieron dulces.
El martes, en el Kepler se desarrollaron eventos para promover el trabajo en equipo y la creatividad. En la mañana, el Consejo Estudiantil organizó un desfile de disfraces con material reciclado. Los tutores vistieron las creaciones elaboradas por los estudiantes. Antes del mediodía empezó el concierto de coros y luego los chicos compartieron con su familia comida al aire libre.
Por unas horas, María Sol Andrade dejó su trabajo para acompañar a su hija Emilia esa mañana. “De eso tratan estas festividades, de unirse como familia y con amigos y de disfrutar de las pequeñas cosas, ese es el verdadero espíritu navideño”, dijo la madre.
Ese también es el sentido que encierra la Fiesta de la Luz, actividad organizada por el Liceo Campoverde. Desde el martes, las noches son para compartir entre padres e hijos. Los estudiantes se encargan de animar las veladas con coros, además visten disfraces navideños.
Todos forman un círculo con antorchas fabricadas por los niños. Así buscan simbolizar que en la Navidad hay que ser luz y sacar a flote valores. Así lo anota Carmen Andrade, directora académica.
Al igual que en otros planteles, prepararon un agasajo navideño para niños de una escuela fiscal de la zona en donde se ubica el Liceo. Para ello, padres e hijos armaron material didáctico, como obsequios.
La temporada navideña también deja un espacio para mostrar lo que los chicos han aprendido en clases, porque es usual que asistan los padres de familia y los abuelos.
Eso ocurre en la Unidad Educativa Maurice Ravel, en el norte de Quito. Aunque no dejan de lado la temática navideña. Para el viernes organizan una presentación artística, con canciones en inglés y teatro.
Mary Sánchez es docente en el plantel y contó que en estos días, entre otros valores, fomentan el trabajo en equipo.
Por ejemplo, los estudiantes de segundo de bachillerato se encargaron de crear la decoración para el escenario. Y el Consejo Estudiantil coordinó con todos los niveles para recibir donaciones que entregan a niños de otros centros.
En contexto
Hasta el sábado 22 de diciembre de 2018, en los planteles habrá programas navideños. Desde ese día y hasta el 1 de enero, los alumnos de todo el país tendrán vacaciones por la temporada. El miércoles 2 de enero volverán a clases. El 15 de febrero terminará el primer quimestre.