La soprano quiteña María José Fabara (derecha) en el papel protagónico de Violeta, una dama de compañía, en la fiesta de inicio de la ópera. Foto: Cortesía Amaury Martínez/OSG
El arco de una ventana del salón donde se desarrolla la fiesta inicial muestra una imagen de la glorieta del Parque Seminario de Guayaquil. Una ventana de la casa de campo del segundo acto exhibe una imagen con casas de madera y cacao tendido como en las fincas de Vinces (Los Ríos). Una fiesta de barrio cuenta con la fachada de una casa de caña como escenografía.
La ópera ‘La Traviata’ es ambientada en el Guayaquil del auge cacaotero de inicios del siglo XX en la producción que la Orquesta Sinfónica de Guayaquil (OSG) estrenó la noche de este miércoles 8 de mayo del 2019.
La obra tendrá una nueva función gratuita este viernes 10 de mayo del 2019, a las 19:30, en el Teatro Centro Cívico del sur de Guayaquil.
La pieza inicia con la orquesta tocando un melódico vals desde el foso del teatro, todavía con el cortinaje cerrado, con la dirección del músico ítalo-argentino Dante Anzolini, director artístico de la OSG. 50 coristas y cantantes líricos en los roles principales de la obra actúan y cantan en la fiesta de celebración “de la voluptuosidad y el placer” con la que la protagonista, Violeta Valéry, meretriz de alto vuelo, celebra la aparente recuperación de una grave enfermedad.
El director de la Sinfónica y de la producción, el músico Dante Anzolini, dirigiendo la orquesta guayaquileña desde el foso del Teatro Centro Cívico. Foto: Cortesía Amaury Martínez / OSG
El tenor guayaquileño Andrés Córdova brilla desde el inicio en el papel protagónico del joven y adinerado Alfredo Germont. El cantante destaca en su interpretación sentida del famoso brindis, una de las piezas más reconocidas de la ópera de tres actos, con música del compositor romántico italiano Giuseppe Verdi y libreto en italiano de Francesco Maria Piave.
Mientras que la voz de la soprano quiteña María José Fabara, en el papel protagónico de Violeta, destaca en los registros agudos, fraseos alargados y sostenidos, en un solo en el que la cortesana avisa que se está enamorando de Alfredo, al final del primer acto. Violeta exalta al amor como “cruz y delicia para el corazón”.
El público que llenó el teatro aplaudió el remate de cada acto y escena.
Los parlamentos en italiano son traducidos de forma simultánea en un texto que se proyecta sobre el cortinaje en la parte alta del escenario, aunque el doblez de las cortinas superiores dificulta la lectura.
Luis Silva Guillén, director ejecutivo de la OSG, recomendó leer el resumen de cada acto en el programa de mano para disfrutar de la interpretación de la trama de amor truncado y trágico de la obra. “La traducción es solo un guía, pero si te prendes de la traducción te pierdes del drama que es canto y actuación”, dijo.
En los pasajes dramáticos además del final fúnebre se destaca el dúo de la protagonista con el barítono Diego Maldonado, como Giorgio Germont, quien le pide a Violeta que sacrifique su amor y rompa la relación con su hijo por la conveniencia y el bien de la familia exportadora de cacao.
En la función de este viernes, Giorgio Germont, el jefe de la adinerada familia exportadora de la época de oro del cacao será interpretado por el barítono guayaquileño Alex Rodríguez.
El maestro ítalo-argentino Dante Anzolini, director de la producción, destacó un elenco de cantantes líricos íntegramente ecuatoriano. “El gran arte musical provee la posibilidad de realizar múltiples lecturas de las obras maestras”, dijo sobre la ambientación de la obra en el Guayaquil del auge cacaotero. Quizo relacionar al público local “en un metafórico viaje de retorno y reconocimiento de su propia historia”, apuntó.
Se trata de la primera de dos óperas que la Sinfónica producirá este año.
La orquesta prevé presentar en el mes de septiembre la ‘Cavalleria rusticana’, melodrama en un acto con música del compositor italiano de ópera verista
En la producción de ‘La Traviata’ participan más de 150 artistas: una docena de cantantes líricos, la orquesta en pleno con 80 músicos, 50 coristas de la OSG y una decena de bailarines del ballet En-Avant.