Investigadores argentinos pudieron haber dado con una clave que permitiría detectar el parkinson más temprano. Es decir, cuando las personas aún no exhiben trastornos motores gruesos o deterioro cognitivo. Al estudiar cómo interactúan entre sí los circuitos cerebrales del movimiento y el lenguaje descubrieron que en estos pacientes el ‘diálogo’ entre ambos parece estar interrumpido. “Lo que vimos es que hay un ciclo circular entre lo que percibimos y entendemos -explica el psicólogo y neurocientífico Agustín Ibáñez, director del laboratorio de psicología experimental y neurociencias del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco).
Cuando uno escucha una frase con un verbo de movimiento, no solo se activan las áreas del lenguaje y el movimiento en la corteza cerebral, sino que establece una conversación cruzada.
En otras palabras, la preparación para el movimiento afecta el procesamiento del lenguaje y visceversa. Pero en pacientes con parkinson temprano, este diálogo cruzado ya no se establece. Esta deficiencia cognitiva pudiera ser un marcador temprano.
Para llegar a esta conclusión, Ibáñez y Felipe Cardona (ambos primeros autores) con colegas de Ineco y otras universidades registraron en vivo y en directo la actividad cerebral de pacientes con epilepsia refractaria, a quienes les colocaron electrodos en la corteza cerebral para prepararlos para una cirugía en la que les removerían un pequeño trozo del tejido que les causaba ataques.
Antes de la cirugía, para analizar la relación entre lenguaje y acción, les tomaron pruebas, que consistían en pedirles que apretaran un botón con la mano abierta o cerrada, mientras les leían oraciones, como “Era un buen espectáculo, así que Ana aplaudió”. Descubrieron que demoraban en apretar el botón con la mano cerrada cuando la oración era de acciones que se realizan con la mano abierta (como aplaudir); es decir, cuando el lenguaje y la acción eran incongruentes. Cuando tomaron la prueba a pacientes con parkinson temprano, tardaban igual. No mostraban compatibilidad entre acción-oración, hay una falla de comunicación entre áreas lingüísticas y motoras.