Salasaka muestra sus costumbres al mundo

Las figuras de los indígenas representan las fiestas que se celebran en el pueblo.

Las figuras de los indígenas representan las fiestas que se celebran en el pueblo.

Las figuras de los indígenas representan las fiestas que se celebran en el pueblo. Fotos: Fabián Maisanche/El Comercio

Un grupo de jóvenes voluntarios del pueblo Salasaka, en Tungurahua, son los encargados de explicar las tradiciones, costumbres y el estilo de vida de la comunidad.

La explicación a los visitantes se realiza al recorrer cuatro de los cinco pisos del museo del pueblo indígena, ubicado en el centro de la parroquia del mismo nombre y a 15 minutos de Ambato.

Según Whirak Qhamak, director del Museo Salasaka, en este espacio se representaron las fiestas del Inti Raymi o conocida como Fiesta del Sol, Paukar Raymi o Fiesta del Florecimiento, el matrimonio y la confección de tejidos.

El hombre de contextura delgada y pronunciadas arrugas en sus manos explicó que cada una de las celebraciones están representadas con 50 figuras de barro. Las imágenes están vestidas con cabello donado por los indígenas, trajes tradicionales y las huashkas, que son collares decorados con piedras artificiales.

“Es un museo que tiene vida porque no hubo la profanación de tumbas para sacar los objetos o cerámicas sino donaciones de nuestros compañeros”, comentó Qhamak.

El espacio cultural empezó a trabajarse en el 2000 con el apoyo de 250 personas. El grupo de indígenas de la comunidad fue el encargado de consultar en libros y documentos en las bibliotecas de Ambato y Pelileo sobre el pueblo. También se incluyeron las entrevistas a los ancianos del pueblo e investigadores.

En el 2012 se inauguró el museo, en la parte frontal de la plaza central de la parroquia, con el objetivo de que los turistas extranjeros, nacionales y los habitantes del sector conozcan parte de la historia.

En cada uno de los pisos se recreó parte de su arquitectura y en forma especial de las viviendas. La visita del museo empieza con la muestra de fotografías sobre diferentes acontecimientos que se dieron en Salasaka, desde 1930, tras la llegada de religiosas y sacerdotes a evangelizar.

En los pisos siguientes están las casas de un piso que fueron construidas con el uso del adobe, carrizo, la cabuya, el techo con hojas de sigse, madera y el piso de tierra.

En cada una de las chozas se ubicó a las figuras, que tiene el tamaño natural de una persona, representando a los artesanos que tejen en los telares los tapices, los chumbis o conocidas como fajas y ponchos. También se ubicó a las mujeres que están hilando la fibra de las ovejas, elaborando la medicina o sirviendo los alimentos.

Juan Mazaquiza, voluntario de la Comunidad, comentó que la explicación de las diferentes celebraciones dura entre 20 y 45 minutos. El joven, que viste un poncho negro largo, sombrero de ala ancha y pantalón blanco, resaltó que la fiesta de los Capitanes atrajo a cientos de turistas en el 2015.

La tradicional celebración se realiza cada año en octubre y diciembre para recordar dos hechos históricos: La conquista de los españoles en América y la participación de los salasakas en la Revolución Liberal de Eloy Alfaro.

“Les explicamos cómo participamos nosotros y la celebramos en esos días. Algunos visitantes regresan en esas fiestas y pueden compartir y profundizar nuestros conocimientos”, dijo Mazaquiza.

En feriados y los fines de semana se implementó el museo vivo con la representación de danzantes y banda de músicos. Los turistas pueden conocer las tradicionales danzas del pueblo Salasaka.

Pilar Masaquiza, guía de la comunidad, mencionó que la cultura y las representaciones que se exhiben en cada sala son visitadas con más frecuencia por los visitantes extranjeros.

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