Rutinas son aliadas para sobrellevar la incontinencia urinaria

Los ejercicios de Kegel, controles regulares, aseo y caminatas ayudan ante el problema de la incontinencia urinaria. Foto: Ingimage.

Los ejercicios de Kegel, controles regulares, aseo y caminatas ayudan ante el problema de la incontinencia urinaria. Foto: Ingimage.

Los ejercicios de Kegel, controles regulares, aseo y caminatas ayudan ante el problema de la incontinencia urinaria. Foto: Ingimage.

La incontinencia urinaria es un problema que se presenta en las personas que sobrepasan los 60 años de edad. Ejercicios, ingesta adecuada de líquidos, aseo diario y controles regulares ayudan a sobrellevar este inconveniente.

Según Pablo Almeida, terapista físico geriátrico, la incontinencia urinaria trae consigo problemas de dermatitis, debido a que la orina es un líquido alcalino que, si no se interviene a tiempo, genera pequeñas laceraciones en la piel. “En los adultos mayores que presenten incontinencia, es necesario revisar constantemente su ropa interior y cuidar de su aseo diario”, menciona.

A más del uso de pañal, que en la actualidad se ofrece incluso en forma de ropa interior, Almeida recomienda el uso de cremas que contengan entre sus componentes lanolina, vitamina A y colágeno, para untar sobre la zona periférica del aparato urinario. De esta forma la piel se refresca, retoma su elasticidad y se nutre.

A manera de prevención, los especialistas recomiendan realizar los ejercicios de Kegel, que consisten en la contracción del músculo pubocoxígeo. Este contiene la orina mientras se micciona. La rutina sirve para fortalecer la zona de los músculos pélvicos.

Estos ejercicios se recomiendan desde los 50 años de edad para fortalecer la musculatura que está alrededor de la uretra. Se detiene el flujo de orina y se aprieta con firmeza por pocos segundos para luego volver a miccionar. “Realizados de forma regular, pueden ayudar a evitar que se presente una vejiga neurógena”, agrega la geriatra Grace Blanco.

A la par de los ejercicios, Almeida recomienda el uso de compresas calientes por tres veces al día en la zona del bajo vientre. Estas deben estar a una temperatura que oscile entre los 28° a 30°C, con el fin de dilatar los vasos sanguíneos que se encuentran en los músculos de la vejiga y así responder de mejor manera frente a la rutina fitness.

Las caminatas también estimulan los músculos de la vejiga, pero estas deben ser moderadas. En el caso de las mujeres, si las caminatas llegan a ser muy extensas, pueden ocasionar un descenso de vejiga. Estos recorridos deben ser graduales y acorde a la condición física y no superar la hora y media ininterrumpida.

Aunque la incontinencia es una condición más común entre los adultos mayores, no forma parte del proceso normal del envejecimiento.

Si la persona ya presenta una incontinencia urinaria temprana, debe evitar los líquidos que pueden ocasionar que la vejiga se irrite, como es el caso de las bebidas con cafeína.

Los pacientes con esta condición deben ingerir de 1 500 a 2 000 ml de líquido al día, debido a que la orina concentrada irrita la vejiga.

Los cuadros de incontinencia no solo están presentes en adultos mayores. La vejiga neurógena, por ejemplo, es una condición física que se manifiesta cuando los pacientes sufren de diabetes, infecciones agudas, accidentes que ocasionaron un trauma en el cerebro o en la médula espinal, afecciones neuronales genéticas o por intoxicación, entre otros. Esta enfermedad implica una excesiva elasticidad de los músculos responsables de contener la orina.

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