Desde finales de diciembre, la rosca de Reyes desplazaron al pan de pascua en la mesa de los ecuatorianos. El consumo de este bocadillo cierra el festejo del Día de Reyes, cada 6 de enero.
Aunque se desconoce su origen exacto, se cree que la tradición de su consumo se remonta a la Edad Media, y se extendió a América tras la conquista española. La rosca escenifica los regalos que, según el cristianismo, los tres Reyes Magos llevaron a Belén para celebrar el nacimiento del Niño Jesús. En el país, las panificadoras comienzan a elaborar este pan luego de Navidad, y en las perchas de las panaderías y supermercados empieza a desplazar al pan de Pascua.
Esta gran rosca horneada se elabora a partir de una masa enrollada en trenza y unida por sus bordes. La masa está hecha con harina, azúcar, leche en polvo y manjar; y decorada con una infinidad de productos, como nueces, almendras, higos, o fruta enconfitada, según el toque de cada panificadora.
Su elaboración no deja de ser laboriosa. Germán Mendoza, chef panadero de la panificadora California, de Guayaquil, cuenta que la elaboración del bocadillo se ha ido perfeccionando con el tiempo, a la par de que ha ido sumando ingredientes. “Hace 20 años, cuando empezamos a elaborarla aquí, era como una dona y no llevaba relleno, ahora lleva manjar, chocolate, crema pastelera, etc.” En la planta principal de esta panificadora, 30 de sus 300 operarios se dedican exclusivamente a la elaboración de la rosca, en una frenética jornada que termina cuando el bocadillo se embarca en camiones directo a las perchas de sus locales.
La forma de armar la rosca también evolucionó. Mendoza recuerda que antes el pan se formaba con dos tiras de masa de harina, trenzadas y colocadas directamente sobre la lata que iba al horno. “Pero la masa se aplastaba, por eso ahora se utiliza un molde de papel donde se pone la masa. Allí se deja en fermentación alrededor de 14 horas, antes de llevarla al horno”.
En la panificadora California, donde se elaboran alrededor de 1 500 roscas al día, el principal ingrediente de este pan es el relleno de manjar. Este debe adicionarse uniformemente a lo largo de la trenza, de lo contrario escurre. Ya en la mesa, el mejor acompañante de la rosca es un humeante tazón de chocolate.