Los residuos orgánicos que se recolectan de los hogares después pasan por un proceso hasta convertirse en abono. Foto: Cortesía Ayllu
El aprovechamiento de los residuos orgánicos es una opción para evitar que la generación de basura continúe aumentando en el país. Tres iniciativas se dedican a recoger estos productos de los hogares para darles una segunda vida.
Cáscaras de frutas, verduras, hojas, semillas y restos de café, que generalmente se los confunde con desechos, pueden ser transformados en abono. En esta época de festividades, donde son comunes las cenas y aumenta el desperdicio de alimentos, estos proyectos ayudan a disminuir el impacto de estas prácticas en el ambiente.
Ayllu es una de las iniciativas que se dedica a la recuperación de los residuos orgánicos en Quito. Viviana Rocha, ingeniera ambiental y encargada de la parte técnica del proyecto, cuenta que trabaja bajo dos modalidades. La primera consiste en que las personas paguen un valor mensual para que el personal retire los orgánicos de sus hogares. Este servicio está dirigido hacia quienes viven entre Carapungo y Chimbacalle. También aplica para Cumbayá y Tumbaco.
Al contratar el servicio, se entrega un recipiente hermético para que se coloquen allí los orgánicos. Cada ocho o 15 días, el personal de Ayllu retira el recipiente y entrega otro limpio para continuar con el proceso.
La segunda opción es que los interesados entreguen sus residuos en el centro de acopio, en las calles De los Guabos y De las Fucsias, sector El Inca. En este caso es gratis. Lo recolectado es trasladado a Latacunga, donde se lleva a cabo un programa de recuperación de suelos con ese abono orgánico.
Martín Eguiguren, director de Operaciones de Anuna, considera que el principal problema relacionado a la basura en el país es la gestión de los orgánicos, ya que estos representan el 70% de los desechos que produce cada hogar. Por eso, el proyecto Anuna también busca dar una segunda vida
a estos productos.
Eguiguren cuenta que la idea surgió hace un año, como un plan piloto con 15 casas. Ahora, alrededor de 300 hogares están reciclando y otros 400 están en lista de espera. Los sectores para la recolección se eligen dependiendo del número de hogares que requieran el servicio. Por el momento, se lleva a cabo en Monteserrín, Quito Tenis, González Suárez, Miravalle, Cumbayá, Tumbaco y Puembo.
El proyecto consiste en entregar un recipiente a cada hogar, enseñar a las personas a separar los desechos y recoger los productos una vez por semana. Este servicio es gratuito. Los residuos son llevados a una compostera en Machachi. Allí se convierten en abono, que es entregado a las haciendas agrícolas del sector.
Otra de las iniciativas que opera en Quito es Entrejardines. Daniela Suárez, creadora del proyecto, explica que no cuentan con un centro de acopio, pero dependiendo del consumo de cada hogar, se ofrece un servicio de recolección semanal, quincenal o mensual. También entregan a los clientes un contenedor con capacidad de 30 kilos y una lista con los productos que pueden ser rescatados. Para contactar a estos proyectos puede ingresar a sus páginas de Facebook. En el caso de Anuna, ingrese a conanuna.com.