El grupo Quimera festejó sus 33 años con un recital. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Un aire de familiaridad dominó la noche del jueves en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura. La agrupación quiteña Quimera celebró sus 33 años de trayectoria, acompañada del pianista Nelson Maldonado, el violinista japonés Tadashi Maeda y tres jóvenes músicos que demostraron que la propuesta de Quimera gusta a las nuevas generaciones.
En el público, amigos, familiares y seguidores de los integrantes del grupo hacían oír sus felicitaciones, peticiones y, llegada la hora, hasta el ‘Happy Birthday‘.
Maldonado fue el primero en salir al escenario la noche del jueves. “Me sentiré honrado de que me acompañen con mis voces”, dijo el pianista. En sus manos sonaron los pasillos Pasional y Romance de mi destino. Maeda se unió a Maldonado en el tema Ángel de luz. Para finalizar, y a pedido del público, tocaron El aguacate.
Pedro Granda salió al escenario cerca de las 21:00, seguido por Vinicio Gallardo y Luis Rameix. En medio del atento público, que esperaba la intervención del grupo, un grito conmovió a los integrantes de Quimera. “Feliz cumpleaños” se escuchó desde las gradas del teatro.
En medio de aplausos salió Patricia Rameix para interpretar el tema La Resentida. La cantante recordó que en los inicios del grupo, su sueño era poder llenar el Teatro. Hace 20 años fue la primera vez que convocaron a una gran audiencia en ese escenario y en el concierto de su aniversario número 33 fue de la misma manera.
Entre canción y canción, se fueron uniendo el percusionista Cocho García, el pianista guayaquileño Eduardo Florencia, el bajista Rolando Herrera y Maeda. Canciones como Señora María Rosa y Poquita Fe siguieron. Después interpretaron temas inéditos de los compositores ecuatorianos Santiago Martínez y Marcelo Ruales.
El momento más importante de la noche llegó después de la canción Hay amores, en el que Granda dejó la guitarra para acompañar a Patricia al frente. Ambos anunciaron a Emilio Lara, el guitarrista y compositor que guió a Quimera en sus primeros años.
“No hubiera sido posible que estuviéramos acá, si no hubiéramos conocido al maestro que nos formó (…) Esta noche para nosotros es un privilegio contar con nuestro maestro”, dijo Granda. Lara arrancó con la zamba La tristecita y siguió con Yo vengo a ofrecer mi corazón y Lo que quedó de mí.
Para finalizar la intervención de Lara, interpretó junto a Quimera el albazo Quiéreme así.
El turno del público llegó después de canciones como Anhelos y La llorona. Una voz inició a cantar Happy Birthday y los asistentes se unieron para cantarle a Quimera en su cumpleaños.
Después de Pedro Canoero realizaron la primera salida falsa y regresaron para sellar el concierto con el albazo Morena la ingratitud.