Un secuestro será la salida para las risas

Tres amigos tratarán de salvar a su empresa de la quiebra, cometiendo un delito para el que no están preparados. Foto: outnow.ch.

Tres amigos tratarán de salvar a su empresa de la quiebra, cometiendo un delito para el que no están preparados. Foto: outnow.ch.

Tres amigos tratarán de salvar a su empresa de la quiebra, cometiendo un delito para el que no están preparados. Foto: outnow.ch.

Empezar una empresa propia es el sueño de muchos trabajadores. Dejar de depender o de responder a un superior fue la motivación de Kurt, Dale y Nick para crear el ‘Shower Buddy’, un instrumento con el cual esperan mantenerse independientemente.

Los traspiés que sufrieron en la primera entrega de ‘Quiero matar a mi jefe’ parecen quedar en el pasado. Este borrón y cuenta nueva une a los tres amigos en una divertida aventura que está llena de giros inesperados.

Pequeños detalles -como las locaciones- conservan la similitud de la secuela con la primera película, pero un desconocido de la franquicia gozará de las bromas sin ningún requisito previo.

Amigos inseparables y socios hasta en el crimen, los tres personajes principales planearán un secuestro. Ellos querrán salir de la deuda a la que les somete un inversor pudiente pero engañoso.

Christoph Waltz cumple nuevamente el rol de malvado, esta vez se adentra en una cinta de comedia, y no infunde miedo –como lo ha hecho en otros largometrajes-, pero sí entrega una sólida caracterización del empresario ambicioso que ha llegado a sostener un imperio por medio de artimañas.

Nick, interpretado por Jason Bateman, Jason Sudeikis en la piel de Kurt y Charlie Day como Dale son inseparables y tienen escasa escenas en solitario. El director y guionista Sean Anders se apoya en la dinámica de los tres actores para conducir la comedia.

Las risas que provocan no son interminables pero vuelven en los momentos precisos.De la mano de ‘tres chiflados’ Anders acierta en la comedia de diálogos rápidos más que física.

La fórmula que usa la franquicia es permanecer con personajes de renombre para atraer al público. Además de los ya mencionados vuelven los horribles jefes que hicieron la vida imposible a estos amigos en la primera entrega.

Así la reconocida Jennifer Aniston encarna nuevamente a la Dra. Julia Harris -adicta al sexo-, Kevin Spacey es el convicto Dave Herken y Jamie Foxx será otra vez Dean ‘MF’ Jones, su aliado y consejero en el mundo del crimen.

Chris Pine también entra en escena como el hijo resentido de un hombre millonario, su participación usa tanto el ‘look’ de Pine como su versatilidad para darle sentido al personaje. El actor logra conjugar varias personalidades en una sola caracterización, abordando la arrogancia de un heredero, el dolor de un hijo, el cariño de la amistad sincera y la ambición de un poderoso.

Actores renombrados no son la única arma de la cultura pop que utiliza Anders, pues también fija la atención del espectador en la música. Entre los sonidos diegéticos aparecen temas como Roar, de Katy Perry, y en la banda sonora se filtra el sencillo de moda Can’t Hold Us, de Macklemore y Ryan Lewis.

A pesar de tantos personajes que se involucran en la historia, la trama no pierde su hilo conductor ni la misión trazada en el relato: ironizar la vida cotidiana a través de la exageración. La sátira a los programas matutinos, a las entrevistas de trabajo y a la organización de los crímenes empujará a la audiencia a sonreír de manera instintiva.

Video tomado de Youtube/ Cuenta: Warner Bros. Pictures Latinoamérica

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