La población de ranas de cristal del Ecuador está en peligro

Las ranas de cristal se caracterizan por cuidar a sus huevos. Foto cortesía Luis Coloma, Juan Guayasamín, Doug Wechsler y Jaime Culebras

Las ranas de cristal se caracterizan por cuidar a sus huevos. Foto cortesía Luis Coloma, Juan Guayasamín, Doug Wechsler y Jaime Culebras

Las ranas de cristal se caracterizan por cuidar a sus huevos. Foto cortesía Luis Coloma, Juan Guayasamín, Doug Wechsler y Jaime Culebras

La deforestación y la contaminación están amenazando a las ranas de cristal que habitan en el país. Un nuevo estudio revela que Ecuador alberga al 40% de las especies de este grupo descritas en el mundo, y un 17% ya se encuentra en peligro crítico de extinción.

La investigación, en la que se describen también tres nuevas especies, fue publicada la semana pasada en la revista Diversity. En esta se analiza la situación de las 60 ranas de cristal que se encuentran en el país y de las áreas prioritarias para su conservación.

Juan Manuel Guayasamín, primer autor de este estudio y profesor de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), explica que esta investigación se inició en el 2007, cuando estaba trabajando en su tesis doctoral. La evaluación de las ranas tomó más de 10 años y recoge el trabajo de más de dos décadas de todos los autores de esta publicación.

El primer análisis que se hizo de este grupo de animales se publicó en 1973. En ese momento se registraron 20 especies y ahora, 47 años después, se demuestra que la diversidad se ha triplicado.

Diego Cisneros-Heredia, director del Museo de Zoología de la USFQ y coautor del estudio, explica que estos datos revelan que Ecuador es “el paraíso de las ranas de cristal”. La transparencia de su piel las ha convertido en uno de los grupos “más fascinantes” de animales, ya que permite observar el funcionamiento de todos sus órganos e incluso el latido de su corazón.

Estas ranas habitan desde los páramos hasta los bosques tropicales, pero las actividades humanas cada vez ejercen más presión sobre su hábitat. De las 60 especies evaluadas, 10 han sido clasificadas como Críticamente Amenazadas de extinción en este estudio.

La rana de cristal de Buckley antes se extendía por toda la Sierra ecuatoriana y ahora sobrevive solo en algunos bosques en Carchi, Bolívar, Cotopaxi y Loja. El caso de la rana de cristal gigante es más preocupante, ya que no se la ha visto desde hace 20 años en el país. Esta es la especie más grande del mundo y puede llegar a medir hasta 80 mm.

Guayasamín cuenta que en el pasado se podía encontrar a una especie de rana de cristal incluso en Quito, pero debido a la contaminación y a la modificación de su hábitat, esta desa­pareció. Estos animales son altamente sensibles a los cambios en la calidad del agua y de los bosques.

Según el autor de este estudio, la deforestación para la expansión de cultivos es una de las mayores amenazas en la Costa ecuatoriana. En los Andes, el problema está relacionado principalmente con la minería. En este trabajo se propone la inclusión de tres zonas al Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP).

Una de las sugerencias es la creación de un corredor biológico entre los parques nacionales Cayambe-Coca y Napo-Galeras. También se busca la protección de las estribaciones occidentales de los Andes de Pichincha y de los bosques húmedos de Esmeraldas.