Historiadores, archiveros, académicos y gestores culturales hicieron este 20 de enero de 2020 un plantón en el Ministerio de Cultura y Patrimonio para reclamar la defensa del patrimonio histórico y cultural del país. Foto: EL COMERCIO.
Con pancartas y gritos de “¡Vivan los archivos, viva la memoria!”, una veintena de historiadores, archiveros, académicos, estudiantes y gestores culturales se reunieron este lunes 20 de enero del 2020 en los bajos del Ministerio de Cultura y Patrimonio para reclamar la defensa del patrimonio histórico y cultural del país.
La alerta se activó la semana pasada cuando el Ministerio de Cultura hizo público que un informe del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos que concluyó que existe la probabilidad cierta de que ante la ocurrencia de un evento sísmico severo el edificio Aranjuez, donde reposan un millón de bienes patrimoniales, colapse.
30 minutos más tarde, el ministro Juan Fernando Velasco recibió a un grupo de esta coalición, entre ellos Guillermo Bustos. Al término de la reunión, el catedrático de la Universidad Andina comentó que en la conversación se acordó que se va a constituir una comisión de veeduría y asesoramiento para que los bienes vayan a un espacio adecuado.
Una de las alternativas es que los fondos bibliográficos antiguos como el Jacinto Jijón, Isaac J. Barrera, el archivo histórico fotográfico y el archivo musical vayan a uno de los edificios donde funcionará la nueva sede de la Biblioteca Nacional del Ecuador, en el Centro de Convenciones Eugenio Espejo.
“La situación del edificio Aranjuez no ha merecido la atención que corresponde. Hacemos un llamado al poder central y la sociedad en su conjunto sobre la necesidad de preservar las huellas del pasado que se albergan en el edificio Aranjuez”.
Un grupo de los manifestantes se reunió tras 30 minutos de protesta con el ministro de cultura Juan Fernando Velasco. Foto: EL COMERCIO.
Durante la reunión también se pidió al Ministerio que se dicte un decreto de emergencia para que se entreguen todos los recursos para la preservación de estos bienes y sobre la necesidad de que se establezca un circuito cultural que permitan el acceso a estos bienes para su investigación.
Velasco confirmó a este Diario que para esta emergencia el presupuesto que se maneja es de USD 500 000, con este dinero entre otras cosas, se pagará a una empresa privada para el traslado de los bienes.
A criterio de Alexandra Kennedy-Troya, quien también fue parte del plantón, la importancia de la aprobación de un decreto de emergencia radica en que puede ayudar a que se atraigan fondos internacionales para el cuidado de los bienes patrimoniales. “Con estas acciones -dijo- queremos recordar a todos que la cultura no es última rueda del coche sino que realmente es en donde se construye la memoria de este país”.
En relación a los bienes arqueológicos Velasco, sostiene que se está pensando en el edificio de Unasur como una opción. “Si bien está lejos de la ciudad, tiene otras ventajas”, comentó en relación al número de visitantes internacionales y locales que llegan hasta este sector para visitar la Ciudad Mitad del Mundo y otros atractivos turísticos locales.