Los jaguares se ubican solamente en el continente Americano. Foto: Cortesía Galo Zapata
El jaguar es uno de los tres felinos más grandes del mundo y también uno de los más amenazados de la región. A pesar de su gran tamaño, no ha podido defenderse de los peligros por los que, cada día, está disminuyendo su población.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en las últimas dos décadas el número de estos animales ha disminuido en un 25%. Actualmente, solo quedan 64 000 ejemplares en estado silvestre; de estos, el 90% se encuentra en la Amazonía.
En los últimos días, México ha dado a conocer su plan para conservar a este animal. Aunque las poblaciones de jaguar en este país (4 000 ejemplares) son menores que en Brasil, Perú o Ecuador, se está enfocando en implementar acciones para preservar su hábitat.
En junio, el país publicará los resultados del segundo censo que se realizó para conocer el estado de la población. Los investigadores de la Universidad Autónoma de México (UNAM) adelantaron que el número de jaguares ha crecido entre un 10% y 20%, en comparación con el primer censo que se realizó entre el 2009 y el 2011 en el país, y que fue también el primero de la región.
México también anunció la creación de una zona de protección con la ayuda de Belice y Guatemala. A través de esta iniciativa, se busca combatir uno de los principales problemas que amenaza al jaguar: la fragmentación de su hábitat.
En la Costa ecuatoriana, la disminución del territorio de este felino ha hecho que las poblaciones se reduzcan de forma alarmante. En esta zona solo quedan 30 ejemplares, lo cual los coloca en peligro crítico de extinción.
Galo Zapata, director científico de Wildlife Conservation Society (WCS) en Ecuador, explica que en la Costa queda menos del 10% de los bosques originales. Con sus estudios han constado que los jaguares se han relegado a zonas de Esmeraldas.
Esta especie también se encuentra en la Amazonía ecuatoriana donde, con base en un estudio realizado hace cinco años, se estima que hay entre uno y dos jaguares por cada 100 km², lo cual también representa una densidad baja y los coloca en peligro de extinción.
Para combatir la problemática, la WCS y el Ministerio del Ambiente del Ecuador (MAE) trabajaron juntos y publicaron conjuntamente el Plan de Acción para la Conservación del Jaguar en el año 2015. Según Zapata, a través de este instrumento ahora están colaborando con el MAE en estimaciones de abundancia de jaguar en la zona norte del Parque Nacional Yasuní. Las cámaras aún están en el campo y en dos meses se las retirará para analizar la información.
Zapata explica que se está trabajando con las comunidades para que comprendan la importancia de preservar a este animal y no cazarlo. Las iniciativas también apuntan a los niños, con programas como Jaguares Para Siempre.
Este proyecto educacional se aplica en las áreas de la Costa y de la Amazonía, donde se ha detectado la presencia del felino. Tras dos años de implementación del programa, se están evaluando los resultados para determinar si la iniciativa ha logrado cambiar la percepción de las comunidades.
Las iniciativas para su conservación no solo se aplican en el medio silvestre. 17 ejemplares se encuentran bajo cuidado humano en cinco centros de la Asociación Ecuatoriana de Zoológicos y Acuarios (AEZA) y en otros dos que no son parte de esta organización.
Ernesto Arbeláez, director de Conservación de Bioparque Amaru y Presidente de AEZA, sostiene que desde hace seis meses se encuentra en conversaciones para aplicar un programa cooperativo de manejo de la especie. Esto abarca estudiar su biología, técnicas de reproducción y asegurarse de que todos los centros del país cumplan con los estándares.
Según Arbeláez, se busca que en un futuro estos animales puedan reproducirse bajo un programa que permita que sus crías sean reinsertadas a su medio natural y así fortalecer las poblaciones silvestres.